Aumentar la inversión en la red de recarga de vehículos eléctricos es un factor determinante en el crecimiento de la movilidad eléctrica medio plazo en nuestro país. En este artículo analizamos su estado a día de hoy, así como la previsión de crecimiento y hoja de ruta.
Evolución de la red de recarga de vehículos eléctricos
Actualmente en España hay 30.350 puntos de recarga pública, con un ritmo de crecimiento acelerado en los últimos años.
El 2023 terminó con 8.777 enchufes más, lo que además supuso una inversión de unos 330 millones de euros, según los datos recogidos en el II Anuario de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España y Portugal (AEDIVE).
Asimismo, la infraestructura de recarga pública de alta potencia (+250 kW) creció en España un 90% en 2023 y la de carga rápida (50 a 250 kW), un 95%, según los últimos datos.
Teniendo en cuenta que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) fija un objetivo de 5,5 millones de vehículos eléctricos para 2030 en España, los puntos de recarga ascenderían a 340.000, según calcula Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE. Esto supone mucho trabajo e inversión para hacer realidad las previsiones.
Barreras al desarrollo de la red de recarga de vehículos eléctricos
Uno de los impedimentos al crecimiento de la red de recarga es la gran dificultad administrativa a la que se enfrentan los operadores desde hace años. De hecho, el tiempo necesario para el despliegue de la infraestructura de recarga “en muchos casos es el doble -e incluso el triple- que los tiempos medios de países como Francia y Portugal”, según se recoge en el Anuario de AEDIVE.
Una encuesta realizada por esta Asociación entre las empresas del sector reveló que al menos un centenar de Ayuntamientos permitieron utilizar el trámite de ‘Declaración Responsable’, en lugar de la licencia de obras tradicional, cuya obtención es mucho más lenta.
Reglamento AFIR: los retos de su cumplimiento
Al margen de los objetivos nacionales, la Unión Europea ha fijado los suyos en el Reglamento sobre la Infraestructura para los Combustibles Alternativos (AFIR).
El sector calcula que será necesaria una inversión de 1.400 millones de euros. “De esta cantidad, aproximadamente un 50% será para refuerzo y extensión de la red eléctrica y otro 50% para la instalación de infraestructuras de recarga”, concretan desde AEDIVE.
El 31 de diciembre de 2025 debería haber estaciones de recarga para turismos y furgonetas cada 60 km en los principales corredores europeos de transporte (Red transeuropea de transporte o RTE-T). También, cargadores de al menos 350 kW para vehículos pesados en el 15% de la RTE-T. Este porcentaje debe subir al 50% a finales de 2027. Finalmente, esta tipología de vehículos deberá contar con estaciones de recarga cada 60 km en la red básica de la RTE-T y cada 100 km en la red global de la RTE-T el 31 de diciembre de 2030.
Por otro lado, un objetivo importante también es el de electrificar para 2030 el 10% de las paradas de camiones más frecuentadas. Esto representaría en torno a 7.000 puntos de recarga, de los que unos 700 serían MCS y 6.300 CCS, de menor potencia.
El Reglamento AFIR abarca muchos más ámbitos. Por ejemplo, el portuario: a partir de un cierto tráfico, será obligatorio suministrar electricidad a grandes buques de pasaje o portacontenedores en 2030. Otro tanto sucederá con los aeropuertos: desde 2025 deben proveer de electricidad a las aeronaves estacionadas en todas las puertas y en 2030 también en todos los puestos de estacionamiento remotos.
Hoja de ruta de la movilidad eléctrica en España
Existen casi un centenar de empresas y centros tecnológicos con capacidad de fabricación nacional que buscarán liderar la industria europea en los próximos años, según AEDIVE.
Aparte de la fabricación, instalación y mantenimiento de puntos de recarga y baterías, el documento asegura que esta tecnología “incrementará la demanda de electricidad, generando nuevos ingresos y oportunidades para el sector eléctrico y aumentando sus sinergias con el sector de la movilidad”.
La Asociación considera necesario introducir medidas complementarias para aprovechar las oportunidades que ofrece la electrificación. Las ‘Propuestas para una Hoja de ruta de la movilidad eléctrica’ incluyen:
– Un plan de electrificación de las infraestructuras logísticas con puntos de recarga de alta capacidad en aeropuertos, estaciones de tren, bus, metro, etc.
– Plan para agilizar la tramitación de la infraestructura de recarga que garantice su desarrollo acompasado con el proceso de electrificación del parque de vehículos.
– Un plan de infraestructura de recarga de vehículos pesados (Pirvep) en las principales rutas acorde con los objetivos de la AFIR.
– Un régimen económico que dé certidumbre a los gestores de infraestructura en la recuperación de sus inversiones y fije un precio de carga competitivo (0,20 euros/kWh).
Sin duda, el sector se enfrenta a importantes retos y objetivos en el medio y largo plazo. Pero cuenta con grandes oportunidades para lograr su cumplimiento.
