Publicado el 29 de septiembre de 2025

Economía Social y Solidaria (ESS): desarrollo para las personas y el planeta

Economía Social y Solidaria es un modelo económico alternativo que pone a las personas en el centro y busca el impacto social positivo y sostenible.
Economía Social y Solidaria: granjero con gorro lleno de frutas

La Economía Social y Solidaria, ESS por sus siglas, es un modelo socioeconómico que se enfoca en las personas y el bienestar colectivo. Por ello, da prioridad a las necesidades humanas sobre la acumulación de capital. En consecuencia, este modelo es una alternativa a los modelos socioeconómicos dominantes en la actualidad.

La Economía Social Solidaria comprende múltiples principios y prácticas que abarcan dimensiones económicas, sociales, ambientales, políticas, comunitarias y holísticas. Todas ellas persiguen un cambio sistémico para construir una economía y una sociedad al servicio de las personas y del planeta. El modelo que persigue se apoya en iniciativas arraigadas en lo local pero vinculadas a lo global, con un amplio marco político (no meramente ideológico) basado en la solidaridad, la equidad, la humanidad y la Tierra, los derechos, la autodeterminación, la mutualidad y la cooperación.

La ESS se articula mediante redes que permiten a los organismos y las personas organizarse, colaborar y construir un movimiento común bajo los principios de cooperación, justicia y sostenibilidad. 

Las redes asociadas a la ESS impulsan y respaldan iniciativas como cooperativas (de consumo, de vivienda, de crédito…), asociaciones y otras organizaciones del tercer sector principalmente.

Todas ellas trabajan para mejorar la vida de las personas y las comunidades, desde todos los ámbitos: producción, consumo, finanzas y distribución. 

La ESS se basa en una serie de principios:

  • Gestión democrática y participativa, sin estructuras verticales ni jerárquicas.
  • Cooperación y ayuda mutua entre países, coincidiendo con otra gran iniciativa en esta dirección, la Cooperación Sur-Sur y Triangular (CSS-T).
  • Autonomía e independencia de las entidades de la ESS, regidas por sus propios principios.
  • Interés colectivo, priorizando el bienestar social y la satisfacción de las necesidades de la comunidad.
  • Trabajo colaborativo en base al fin común de lograr un desarrollo económico y social más justo, equitativo y sostenible.

Representación de la ESS y mecanismos de acción

La Economía Social y Solidaria constituye entre un 10 y un 15% de la economía en Europa y en América Latina, dos de las áreas geográficas en las que más presencia y relevancia está alcanzando.

Es en Europa donde más avanza, con un gran impulso desde la crisis por la pandemia. En 2020, había más de 2.8 millones de empresas y organizaciones de la ESS en Europa que generaron alrededor de 2 billones de euros en ingresos y emplearon a más de 14 millones de personas. Los países de la Unión muestran un gran interés en modelos económicos más justos y sostenibles, con políticas públicas de apoyo y la expansión de cooperativas, empresas sociales y fondos de financiación solidaria.

En España, la economía social representa el 10% del PIB y consta de un tejido empresarial sólido. En un artículo anterior sobre el PERTE de Economía Social y de los Cuidados recogemos información detallada sobre la contribución de este sector en nuestro país.

A día de hoy, la Economía Social y Solidaria cuenta con dos grandes mecanismos globales para promover la incorporación de sus políticas en todo el mundo:

  • La Red Iberoamericana de Fomento de la Economía Social y Solidaria (RIFESS): reúne a gobiernos y organizaciones para intercambiar experiencias y políticas.
  • La Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria (RIPESS): una red mundial de redes continentales que coordina iniciativas en Europa, América Latina y el Caribe, América del Norte, África, Asia y Oceanía. 

En cada país, los gobiernos y organismos competentes crean mecanismos de activación de las políticas de la ESS. Seguidamente recogemos ejemplos en diferentes países.

La ESS en Europa: arraigo e historia 

La Economía Social y el cooperativismo en general están bastante arraigados en Europa. Aquí se sitúa la aparición del marco de la economía solidaria ya en 1844, con el surgimiento del cooperativismo en Inglaterra, en respuesta a las consecuencias de la Revolución Industrial.

La ESS tiene una larga trayectoria en Europa, con el desarrollo de las asociaciones. De hecho, actualmente, se aprecia un repunte en la atención a las cuestiones de la Economía Social a nivel institucional en los países de la Unión. También un aumento del apoyo y reconocimiento a nivel local, donde se multiplican las iniciativas.

Tal es así que en Europa la ESS cuenta con un sólido marco legislativo en Francia y España, donde cabe destacar la REAS (Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria) y la CEPES (Confederación Empresarial Española de la Economía Social), que agrupan a diversas organizaciones para promover el intercambio y el apoyo mutuo. También merece una mención el proyecto catalán, que prevé la creación del Consejo Catalán de la Economía Social y Solidaria.

La ESS a lo largo y ancho del mundo

La Economía Social y Solidaria tiene mayor relevancia en países del Sur, motivado por ser una iniciativa para la subsistencia frente a la marginación de los mercados, o también como alternativa al sistema dominante. Pero lejos de encontrarse solo en el Sur, la alargada sombra de la ESS tiene un alcance global:

  • África: en África francófona, donde RIPESS tiene la mayor presencia, la Política Nacional de Apoyo a la Economía Social y Solidaria (PNESS) de Mali tiene una notable repercusión.
  • América Latina y Caribe: RIPESS-LAC cuenta con amplio consenso sobre la agenda sistémica y transformadora de la economía solidaria y de su construcción alrededor de un núcleo de principios éticos. En México, el país incluso cuenta con el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), que promueve activamente políticas públicas de fomento y desarrollo del sector social de la economía.
  • América del Norte: Quebec, en Canadá, se basa en el concepto de la Economía Social y pretende crear un movimiento para la transformación a nivel local y territorial. En el resto de Canadá, el énfasis está en el marco territorial del desarrollo económico local. En el caso de los Estados Unidos, la Red de economía solidaria de los EE.UU. (U.S. Solidarity Economy Network) se posiciona de forma inequívoca como un movimiento transformador en este país.
  • Asia: el Consejo Asiático para la Economía Solidaria (ASEC por sus siglas en inglés) toma como punto de partida la empresa social, junto con la necesidad de construir cadenas de suministro de economía solidaria.

Características e iniciativas destacadas de la ESS

La ESS se enfoca en la prioridad de las personas sobre el capital, la cooperación, la gobernanza democrática, y la búsqueda de un impacto social positivo y sostenible. 

Así pues, entre las principales características de la Economía Social y Solidaria encontramos:

  • Sostenibilidad: muchas iniciativas fomentan prácticas sostenibles para reducir el impacto ambiental. 
  • Justicia social e inclusión: con la finalidad de reducir la desigualdad y empoderar a todas las comunidades. 
  • Cohesión social: fortalecimiento de las comunidades y los lazos sociales a través de procesos productivos y de intercambio. 
  • Principios éticos: con el objetivo de transformar la economía con un modelo postcapitalista más equitativo.

Como decíamos al principio de este artículo, la ESS tiene aplicación en todos los ámbitos de la economía, desde la producción hasta la distribución, pasando por la financiación y el consumo. 

Son ejemplos de Iniciativas de la ESS los siguientes: 

  • Cooperativas de consumo. 
  • Cooperativas de vivienda y crédito. 
  • Asociaciones de reciclaje. 
  • Comercio justo.

Los organismos internacionales e instituciones multilaterales ya han reconocido la importancia de la ESS en el desarrollo sostenible. De hecho, la ONU, en su resolución Promover la Economía Social y Solidaria para el Desarrollo Sostenible, defiende este modelo económico como imprescindible para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ella, alienta a los Estados Miembros a promover y aplicar estrategias, políticas y programas nacionales, locales y regionales para apoyar y potenciar la economía social y solidaria como posible modelo de desarrollo económico y social sostenible.

Por su parte, la OCDE destaca que la Economía Social y Solidaria está ganando terreno en las políticas públicas a nivel regional, nacional e internacional, pese a que su alcance aún es limitado.

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