El impulso de las energías renovables, la digitalización, la sostenibilidad o la internacionalización son algunas de las tendencias que definirán el mapa del empleo en el sector de la construcción y las infraestructuras en los próximos años.
El sector de la construcción y las infraestructuras es esencial para la economía de nuestro país. Y como tal, es un motor en la generación de empleo. Además, será fundamental en la recuperación tras la crisis generada por la COVID-19.
“La construcción es el segundo sector que más empleo crea en España: catorce puestos de trabajo directos e indirectos por cada millón de euros invertido en infraestructuras. Esta capacidad de generar empleo de manera inmediata es crucial en estos momentos. Y más si consideramos que la construcción ofrece un empleo de calidad, donde podrían reubicarse buena parte de los trabajadores más afectados por el desempleo, aquellos con menor cualificación o experiencia, junto a mujeres y jóvenes”, afirma Concha Santos, presidenta de la Asociación de las Constructoras No Cotizadas (ANCI).
Si atendemos a las cifras del último informe Euroconstruct, el sector de la construcción español cerró 2020 con una caída del 10,4% en términos de producción a precios constantes. Aunque el descenso es importante, los números son mejores de lo esperado, dadas las difíciles circunstancias. Además, se prevé una significativa recuperación para el segundo semestre de 2021, con un crecimiento del 5,5%, manteniendo esta misma tendencia en 2022 (+6% de previsión) y atenuándose en 2023 (+3,5%).
Asimismo, el informe desvela que la ingeniería civil sobrellevó mejor la situación padecida el pasado año, con una caída más moderada (-6,6%). Además, las expectativas son favorables, gracias al impulso que supondrá la llegada de fondos europeos. Así pues, para 2021 y 2023 se pronostica un crecimiento del 5,5%, alcanzando un pico del +7,5% en 2022.
En cuanto a la evolución del empleo, Santos especifica que pasamos de 1,278 millones de ocupados en 2019 a 1,244 en 2020, lo que supone un descenso del 2,6% en el último año, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Y si se toma como referencia la afiliación a la Seguridad Social, el descenso fue del 1,7%. De este modo, observamos que el impacto en el empleo fue menor del esperado. Además, recalca que “la construcción fue la primera en recuperarse tras el parón de abril y mayo, lo que demuestra la solidez y capacidad de adaptación de un sector con una gran potencia tractora para la economía”.
Igualmente, José María Argüelles, director general de Edificación del Grupo Aldesa, hace hincapié en que las empresas del sector de la construcción “han sido bastante resilientes en términos de empleo”. Y también pone el acento en su capacidad de recuperación. Según datos facilitados por la Fundación Laboral de la Construcción, 2021 ha comenzado con buen pie para las empresas del sector, ya que el número de contratos realizados aumentó un 49,2% entre diciembre de 2020 y abril de este año.
En cualquier caso, hay que señalar que la ocupación en el sector se ha reducido a la mitad en los últimos años, desde los 2,460 millones de empleos que generaba en 2008.
Sin embargo, desde que la ocupación marcase su punto más bajo en 2014 (0,994 millones de empleos), ha ido al alza año tras año, con la excepción del ejercicio de la pandemia.
Empleo en ingeniería civil
Si nos centramos en la ingeniería civil, que engloba la construcción de carreteras y vías férreas, puentes y túneles, la construcción de redes y la construcción de otros proyectos de ingeniería civil, los datos de empleo de los últimos años no son tan positivos. A la conclusión de 2020, este sector daba ocupación directa a 107.000 empleados, según los datos de la EPA, con un importante retroceso desde la crisis económico-financiera de 2008.
“Del máximo de 190.000 empleos en 2008 se ha pasado a escasamente 100.000 trabajadores en 2020. Destaca la fuerte caída del más importante epígrafe, el correspondiente a la construcción de carreteras y vías férreas, puentes y túneles, que ha reducido su volumen de empleo desde los 145.000 a los 68.000 trabajadores entre los mismos años, mientras que la construcción de redes —redes para fluidos y redes eléctricas y de telecomunicaciones— se ha mantenido en el entorno de los 20.000 empleos. Y en otros proyectos de ingeniería civil se ha perdido desde los 24.000 a los 16.000 trabajadores. Además, en la recuperación de 2013 a 2019, mientras que la construcción en total recuperó un 24% del empleo —en torno a un cuarto de millón de puestos laborales—, la ingeniería civil perdió casi el 14%, unos 16.000 trabajadores”, desgrana Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y partner académico de ManpowerGroup.
Estos datos reflejan el significativo descenso de la inversión en infraestructuras desde el arranque de la pasada crisis. Sin embargo, el incremento de la partida destinada a tal fin en los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) y la inyección que supondrán los fondos europeos nos hacen contemplar el futuro del empleo en el sector con optimismo.
“El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía enviado por el Gobierno español a Bruselas plantea una inversión total que asciende a 11.367 millones de euros hasta 2023. Un escenario de aumento del 15% de la inversión pública en infraestructuras con respecto a 2019 generaría un efecto total sobre la economía de 42.000 millones de euros —3,4% del PIB de 2020—, rentas salariales de 7.000 millones de euros y aproximadamente 145.000 empleos equivalentes a tiempo completo”, detalla Benjamín López, director del sector Industrial e Infraestructuras de Adecco. Por ejemplo, Argüelles señala que “Adif contará con 6.000 millones para inversión incluidos en los PGE”.
En cuanto a su impacto en el empleo, el profesor Oliver pronostica que “el NGEU debería generar, directamente, entre 50.000 y 150.000 empleos —entre 2021 y 2023—, aunque en este cálculo no se consideran los efectos inducidos en otros sectores ni los que tendrían lugar como consecuencia del aumento general de la actividad”.
Perfiles más buscados y demandas emergentes
Si atendemos a los datos del ‘Informe del Mercado de Trabajo Estatal 2020’, elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), las ocupaciones con mayor presencia en el sector de la construcción son las tradicionales, como albañiles, peones, encofradores, arquitectos, electricistas, montadores de estructuras metálicas, instaladores de cerramientos metálicos y carpinteros metálicos, operadores de grúas, etc.
.Además de los trabajos intensivos en mano de obra, siempre necesarios, se detectan varias tendencias en el mercado laboral de la construcción y las infraestructuras.
Renovables.
Según el último informe Euroconstruct, la energía es un candidato claro para beneficiarse de los fondos europeos. “Uno de los sectores de infraestructuras con mayor demanda de perfiles profesionales es el de las energías renovables, ya que se está invirtiendo tanto a nivel nacional como internacional. Este incremento de la demanda no ha sucedido al mismo ritmo que la formación y especialización de los profesionales, por lo que, en función del puesto demandado, puede ser especialmente complejo encontrar profesionales que cumplan con los requisitos del puesto”, señala Susana Abad, manager de Selección de Ingeniería de Experis, empresa perteneciente a ManpowerGroup.
“Desde hace unos años, venimos teniendo mucha demanda de todos los perfiles relacionados con la energía solar fotovoltaica, desde consultores de due diligence, hasta supervisores de calidad o directores de promoción. No obstante, por lo que estamos viendo en el último año, parece que la energía hidráulica puede ser una de las tecnologías del futuro y las empresas se están preparando para ello. Tengo la impresión de que serán profesionales muy demandados en los próximos años”, agrega.
Asimismo, Carmen Caro, Executive Manager especializada en Obras e Infraestructura de Catenon, cree que los ingenieros civiles, destinados a la construcción de proyectos de energías renovables, van a estar entre los perfiles más requeridos.
Digitalización.
Otro aspecto relevante es la transformación digital que está afrontando el sector. “La digitalización será una palanca para impulsar iniciativas en otros ámbitos, como pueden ser la eficiencia energética —a través de sensorización, internet de las cosas, etc.—, la economía circular —planificación de todo el ciclo de vida gracias a BIM— o la prevención de riesgos laborales —incorporación de la prevención de riesgos laborales en BIM, utilización de drones con cámaras, etc. —”, declara José Antonio Viejo, director de Formación de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC). Así pues, el responsable de Adecco considera que “las competencias digitales se perfilan como uno de los elementos críticos para la incorporación de nuevo talento al sector”.
Caro indica que los perfiles más cotizados serán aquellos “que tengan conocimiento de la metodología BIM, perfiles con conocimientos para implantar la tecnología del dato en el mundo de la construcción o conocimientos de la industrialización 4.0”.
Viejo se detiene particularmente en el papel que tendrá la metodología BIM. “Es el esqueleto sobre el que se vertebrará el gran cambio de la digitalización en las obras. No es un mero cambio de aplicación informática, sino un cambio de filosofía, que potencia el desarrollo integral del sector durante todo el ciclo de vida de la obra, utilización y demolición/reutilización/reciclaje del edificio o infraestructura. Figuras como el BIM Manager ya son una realidad. Y comienzan a surgir nuevos perfiles y competencias a pie de obra, puesto que BIM cambia el sistema de comunicación y gestión de la obra”, detalla.
La experta de Catenon reseña que la incorporación de estas nuevas tecnologías requiere “que los ingenieros incorporen nuevos conocimientos en sus perfiles seniors”. Igualmente, Mónica Pérez, directora de Comunicación de InfoJobs, hace hincapié en que “la oferta formativa en el sector de la construcción de infraestructuras debería adaptarse a las exigencias que marca la aceleración del proceso de digitalización tras la irrupción de la pandemia”. Además, opina que “es muy importante que el Gobierno destine fondos y ejecute los programas necesarios para contribuir a la educación y formación de los jóvenes y a la capacitación de los profesionales de cara a su posterior desempeño dentro de este sector”.
Datos y automatización.
El Centro de Referencia Nacional de la Familia Profesional de Edificación y Obra Civil (CRN), en su ‘Estudio de detección de necesidades formativas en edificación y obra civil 2021’, detecta una incipiente necesidad de “perfiles de especialización en tecnologías de los datos y automatización, que se segmentaría en especialistas en captación, gestión e interpretación de los datos y tecnologías afines; especialista en nuevas tecnologías emergentes; y especialistas en automatización y maquinaria inteligente, donde se englobarían subespecializaciones como la impresión 3D”.
Viejo señala que “la robotización y la maquinaria con tecnología digital (GIS, etc.) son ya una realidad”. Además, augura un incremento de las máquinas gestionadas de forma remota, sin el operador en la cabina. “Ello implica nuevas competencias y ganancias en eficiencia y minimización de riesgos laborales”.
En cuanto al manejo de datos, afirma que “la comunicación en tiempo real entre la obra y el perfil técnico en oficinas ya se produce en tiempo real con aplicaciones como Trello o EPC-Tracker”. “Disponer de información en tiempo real implica toma de decisiones con más rapidez y mejores datos, lo que a su vez redunda en más calidad en sentido amplio: menos tiempo de ejecución, mejores soluciones y menor coste.
El reporting desde la obra a la oficina técnica y a sedes corporativas va a experimentar un importante impulso y probablemente se puedan generar nuevos perfiles de analistas, gestores de información, etc.”, puntualiza.
Sin embargo, es escéptico respecto a la construcción viviendas enteras en 3D en un plazo de 10 años, hito que ya se ha logrado en experimentos. No obstante, sí que vislumbra las posibilidades que brinda la impresión de “muchas piezas de los ‘mecanos’ de la construcción industrializada”.
Internacionalización.
“Más del 60% del negocio de infraestructuras de empresas españolas está fuera de nuestras fronteras, por lo que la capacidad para trabajar en entornos internacionales, coordinar equipos multidisciplinares y ser capaz de adaptarse e integrar las diferencias culturales de distintos equipos de trabajo locales serán —y ya lo son— las características comunes a los perfiles más demandados”, indica López.
Por ejemplo, el experto de Adecco señala que el perfil de Project Manager internacional está entre los más escasos. “Se podría definir como aquel profesional encargado de velar por el desarrollo de los proyectos en términos de calidad, coste y plazo pactados con el cliente. Los conocimientos y herramientas más solicitados para este perfil pueden variar en función del tipo de industria o sector en el que se desarrollen, pero como denominador común podemos resaltar el conocimiento de la metodología Lean y herramientas asociadas —5S, QRQC, AMFEC, Kanban o Kaizen, entre otras—, además de certificaciones como el PMP (Project Management Professional) o Prince2 (PRojects IN Controlled Environments)”, especifica.
Igualmente, Caro indica que “aquellos perfiles con disponibilidad para ejecutar proyectos en otras partes del mundo y que requieren del conocimiento de idiomas, como el inglés o el francés, son siempre difíciles de encontrar”.
Sostenibilidad.
El CRN adelanta que será necesario contar con “perfiles en el ámbito de la sostenibilidad, abarcando toda la cadena de valor del desarrollo sostenible: coordinación de la sostenibilidad, medición, simulación, inspección y auditoría, certificación, trazabilidad de huella de carbono asociada a elementos constructivos, herramientas para la sostenibilidad y especializaciones en instalaciones energéticas varias”. Asimismo, Argüelles opina que “los profesionales formados en la optimización de recursos, economía circular y ciclo de vida del producto serán muy demandados en el futuro”. De hecho, recuerda que “la Unión Europea ya ha puesto el punto de mira en este asunto, ya que el 35% de los residuos que se generan en nuestro continente provienen de la construcción”.
Modularización y prefabricación.
El CRN prevé un incremento de la demanda de perfiles especializados en la construcción modular, “con un claro desglose entre especializaciones off-site (prefabricación) y on-site (montaje en obra), así como expertos en colocación de nuevos materiales”. El director de Formación de la FLC cree que la industrialización irá a más, “ya que BIM y la filosofía Lean lo potencian”. “Cada vez más, se construirá off-site y se montará on-site. La construcción off-site variará en función de nuevos materiales y soluciones constructivas y, en todo caso ganará eficiencia.
Los montadores de construcciones industrializadas serán una realidad. Ya lo son, de hecho”. Esta nueva forma de construir hará surgir nuevos oficios, pero también implicará una recualificación de muchos de los perfiles actuales, que tendrán que actualizarse y añadir nuevas competencias.
Transformación y mejora de procesos.
Según el CRN, en los próximos años se requerirán “perfiles de transformación y mejora de procesos a diferentes niveles, que además de incluir la previsible evolución de los perfiles especializados en BIM —diseño, desarrollo y uso—, incluye personal encargado de la continua mejora de procesos constructivos mediante el uso de nuevas metodologías ágiles, la incorporación de soluciones innovadoras y la optimización en la gestión de proveedores, con el objetivo de mejorar la eficiencia y sostenibilidad de las operaciones”. Igualmente, el director general de Edificación de Grupo Aldesa señala que “los técnicos que aplican tecnología Lean Construction son perfiles muy escasos en el mercado laboral español, estando más avanzados en otros países, como pueden ser los nórdicos”.
Colaboración público-privada.
La experta de Catenon destaca la demanda de perfiles relacionados “con el mundo concesional”. “Se crean empresas en las que tenemos que hacer una colaboración público-privada. De esta forma, tiene que haber muchos profesionales que entiendan esta parte de negocio, haciendo muchas valoraciones y análisis financieros”, especifica.
Más presencia femenina.
Aunque se trata de un sector en el que predominan los hombres, la situación va mejorando poco a poco. “Se observa desde hace años un notable cambio de tendencia. Cada vez más, el género de las personas pasa a ser irrelevante a la hora de la contratación. La progresiva digitalización de los procesos y los avances tecnológicos hacen que se convierta en un factor crítico la capacidad de aprendizaje y las competencias digitales. Y no sólo para puestos cualificados.
Se utiliza cada vez maquinaria más compleja y la profesionalización de cada puesto es crítica para asegurar el éxito individual y colectivo. Las políticas de diversidad, equidad e inclusión están poniendo de manifiesto la riqueza que aporta un enfoque inclusivo en la gestión del talento”, declara López.
En cualquier caso, la presencia femenina en la construcción sigue siendo reducida, ya que las mujeres apenas ocuparon el 8,2% de los empleos que generó el sector 2020, lo que supone un ligero crecimiento respecto al 7,2% que representaban en 2010. La presidenta de ANCI puntualiza que “más de la mitad de las mujeres que trabajan en la construcción han finalizado la educación superior (63,1%)”, desempeñando mayoritariamente trabajos administrativos y de gestión (51,3%).