Con la creciente amenaza, ya constatable, del cambio climático, la eficiencia energética se impone como una necesidad cada vez más perentoria en todos los frentes y uno de ellos es la climatización de los edificios que, según la Comisión Europea, son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 40% del consumo de energía. Así pues, la rehabilitación energética de viviendas y edificios es clave para alcanzar la descarbonización de la economía en el 2050. El Gobierno acaba de aprobar el catálogo de medidas estandarizadas de actuaciones de eficiencia energética que introduce el Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) para que las empresas calculen el potencial de ahorro energético que pueden obtener y justificar mediante los CAE. El Ministerio para la Transición Energética calcula que este sistema permitirá canalizar una inversión superior a los 41.000 millones hasta 2030.
La edificación supone un 40% del consumo de energía final de la Unión Europea. Dicho gasto genera el 36% de las emisiones de dióxido de carbono y el 35% del volumen de residuos. Además, tres de cada cuatro edificios europeos no son eficientes energéticamente —en España, cuatro de cada cinco, es decir un 80%— y, de ellos, entre el 85% y el 95% continuarán en uso en 2050, el año marcado por la UE para alcanzar la neutralidad en carbono.
Según el Informe País 2022 del GBCe (Consejo para la Edificación Sostenible en España, por sus siglas en inglés), el 82% de la edificación en España es ineficiente y se estima que la mitad de las viviendas existentes se construyeron sin normativas de eficiencia específica. Con tasas de renovación de edificios de entre un 2% y un 3%, se podrían alcanzar los objetivos de eficiencia energética y rehabilitación europeos, pero en España esa tasa es de alrededor del 0,1%. Teniendo en cuenta que el objetivo es duplicar la tasa de renovación de estas construcciones, el exiguo ritmo actual de España hace que este objetivo quede lejos de las necesidades reales de rehabilitación.
Si el foco se pone en el conjunto de edificios públicos en nuestro país (hospitales, ministerios, colegios, etc.), el panorama no parece mejor. ¿Qué planes existen en este sentido en el Gobierno y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco)? ¿Cuánto costaría hacer que nuestros edificios públicos sean eficientes energéticamente?
Actualmente, ya existen instrumentos de financiación públicos relacionados con la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad a nivel nacional, así como otros programas autonómicos, pero el volumen de inversión necesaria en actuaciones de rehabilitación será inédito, aunque puede acelerarse con los fondos de recuperación pospandemia de la Unión Europea. De hecho, se espera que este estímulo financiero tenga un notable impacto en el mercado laboral debido a la capacidad del sector de generar puestos de trabajo y actividad económica. Y es que, según recoge el citado Informe País 2022 del GBCe, de cumplirse, la actuación en 250.000 viviendas por año tendría un efecto en el mercado laboral de 135.000 empleos directos, mientras que por cada millón de euros invertidos en el sector de la construcción en España se pueden generar 18 puestos de trabajo.
La actualidad del sistema de certificados de ahorro energético
El BOE publicó hace unos días la orden ministerial por la que el Miteco aprueba el catálogo de medidas estandarizadas de eficiencia energética. El documento incluye una primera relación de actuaciones, con 50 fichas técnicas, para que las empresas calculen la reducción de consumo final que pueden obtener con dichas actuaciones y justificar a través de los correspondientes Certificados de Ahorro Energético (CAE). Además, establece el procedimiento para su gestión y actualización periódica.
Los CAE, regulados por el RD 36/2023, permitirán que las empresas con obligaciones de ahorro energético cumplan sus compromisos de forma flexible y eficaz, mediante la promoción directa de actuaciones de mejora de la eficiencia energética en los sectores consumidores de energía final. De acuerdo con datos oficiales, estos certificados de ahorro energético permitirán canalizar una inversión acumulada superior a los 41.000 millones de euros a lo largo de la presente década, de los que el 30% –unos 12.500 millones– serán el resultado de la aplicación del catálogo de actuaciones en los distintos sectores productivos clasificados según estipula el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec): industria (recibirá un 61% de las inversiones), servicios (19,2%), transporte (10,5%), residencial (7,4%) y agricultura y pesca (1,9%).
Hay dos tipos de actuaciones susceptibles de proporcionar CAE, las singulares y las estandarizadas. Las segundas, fácilmente replicables, son el objeto de la actual regulación pues pueden catalogarse, permitiendo conocer de antemano cuánto ahorro y cuantos CAE pueden conseguirse, lo que debería aportar transparencia y agilidad al sistema.
Un ejemplo de este tipo de actuaciones es la sustitución del equipo o equipos de climatización (calefacción y/o refrigeración) en un edificio del sector terciario (por ejemplo, hoteles, restaurantes, hospitales, centros educativos, bibliotecas, centros culturales y oficinas) por una bomba de calor tipo aire-aire, o aire-agua, sin modificar los elementos que configuran la instalación térmica.
La orden ministerial incluye un catálogo de actuaciones con sus correspondientes fichas técnicas, que podrán aumentar y modificarse paulatinamente conforme se identifiquen nuevas actuaciones replicables. Fuentes del Ministerio explican que, a la hora de elaborar este catálogo inicial, se han priorizado las actuaciones con un alto impacto a la hora de obtener ahorro energético.
Lluís Mesquida, coordinador de la Consultoría Leyton Iberia, explica lo que estos certificados de ahorro energético, compatibles con otras ayudas existentes, van a suponer para las empresas y los particulares: “Lo que viene a representar ese certificado es que, si ejecutas una mejora de eficiencia energética, bien la envolvente del edificio o el sistema productivo, habrá una certificación que te diga cuánta energía al año te ahorra esa inversión. Con ese certificado, podrás ir a un mercado y te darán un dinero por venderlo. Es decir, lo que hace la Administración es poner un mercado público al que puedan acudir inversores y gente que necesita hacer una rehabilitación, que se puedan conocer y puedan ayudar”.
Para Mesquida, “conocer el entramado de subvenciones y bonificaciones públicas disponibles para las empresas es fundamental para garantizar el crecimiento del negocio. Más aún cuando se están repartiendo el grueso de las ayudas europeas activadas a raíz de la pandemia”. En este sentido, el coordinador de Leyton Iberia recuerda que “entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2022 ya se repartieron 141.800 millones en subvenciones procedentes de los fondos Next Generation”.
Los fondos europeos Next Generation
Como ya se ha indicado, los fondos europeos Next Generation constituyen el soporte financiero idóneo para la acometida de esta ingente tarea pendiente. El momento es ahora. Ésta es uno de las principales a las que llegaron los expertos en eficiencia energética que el pasado mes de mayo tomaron parte en el foro Diálogos organizado por el diario La Vanguardia en colaboración con el BBVA. Uno de esos expertos era Víctor Carballo, director de Smart Clima de Iberdrola, el cual, entre las prácticas domésticas dirigidas a mejorar la eficiencia energética de las viviendas, abogó por mejorar el aislamiento y reemplazar las calderas de gas o gasoil por aerotermia, una bomba de calor aire-agua, con la que se están obteniendo unos resultados de uno a cuatro (es decir, con una potencia de 1kW aportan hasta 4kW de energía térmica). Para Carballo es el momento de actuar y, además, resaltó que el sector tiene las soluciones para dar respuesta a todas las necesidades.
Hasta el 80% del coste de la rehabilitación del edificio
Los Next Generation pueden permitir la rehabilitación sostenible de los edificios con unas subvenciones que van desde el 40% hasta el 80%, porcentajes que van ligados a la reducción del consumo (el máximo se lograría con un 60% de ahorro energético). Unas subvenciones que, por otra parte, no tributan fiscalmente y, además, la parte no subvencionada desgrava en el IRPF.
Dentro de las ayudas que más piden en estos momentos las empresas, Lluís Mesquida destaca “las de autoconsumo, de energías renovables, sobre todo la solar y la solar con baterías. Son las principales que se están tramitando, junto con las de PREE 5000, con actuaciones en envolvente de edificios. También hay otra, la de eficiencia energética en plantas productivas”.
Cabe recordar que el programa PREE 5000, aprobado por el Gobierno en 2021, tiene como objetivo apoyar la rehabilitación energética en edificios existentes, residenciales y no residenciales, en municipios y núcleos de menos de 5.000 habitantes (PREE 5000) mediante mejoras de la eficiencia energética y la incorporación de energías renovables.
El responsable de la Consultoría Leyton Iberia recuerda, además, que las ayudas también están diseñadas para las pymes, que pueden delegar la tramitación, la parte más compleja del proceso, en firmas especializadas: “Es una carga de trabajo importante que podemos hacer en empresas como Leyton. También porque son actuaciones que van a acabar siendo obligatorias, por lo que, cuanto más te demores en hacerla, más coste va a tener para la empresa. Cuanto antes empiecen las empresas a hacer este tipo de actuaciones, menor coste tendrán a largo plazo por el menor coste energético”.
La necesidad de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios
Desde el Consejo para la Edificación Sostenible en España (Green Building Council España, GBCe, por sus siglas en inglés) se advierte de que nuestro país “no alcanzará los objetivos de descarbonización del sector a 2030 y 2050, enmarcados en los compromisos del Acuerdo de París y del Green Deal europeo, si no interviene masivamente en los edificios, construidos y por construir“. Para el GBCe, “ejecutar esta rehabilitación generalizada y en todo el ciclo de vida del parque edificado español, en el que cuatro de cada cinco edificios son ineficientes energéticamente, es imperativa la aprobación urgente de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD, por sus siglas en inglés).
“La EPBD es el escenario que estamos trabajando hoy para poder lograr la sostenibilidad mañana y debe aprobarse de manera inmediata y ambiciosa”, afirmaba Dolores Huerta, codirectora general de GBCe, en el evento Sostenibilidad XL, organizado por GBCe en Zaragoza los pasados 5 y 6 de julio para abordar los retos vitales y urgentes a los que se enfrenta el sector de la edificación en materia de sostenibilidad.
“Aprobar ya una EPBD ambiciosa va a permitir a nuestro país aprovechar su inmenso potencial para mejorar la vida de los ciudadanos a través de la rehabilitación de los edificios, reduciendo la dependencia energética, mejorando las condiciones de salud y confort y generando una actividad económica sostenible”, añade Huerta. Es este sentido, la directora general de GBCe se muestra optimista porque “por primera vez, hay unanimidad en los agentes del sector y en las administraciones en que la rehabilitación es imprescindible para España”.