Claves:
- Energía eólica en España: los beneficios económicos y ambientales de una mayor penetración de las renovables serían enormes, particularmente del sector eólico.
- La capacidad instalada de energía eólica en España así como la energía eólica offshore es fundamental para una Europa descarbonizada en 2050, para ello deben generarse las condiciones relacionadas con espacio, infraestructura y desarrollo industrial.
- De igual forma, la regulación y la tecnología deben ir de la mano. Algunos indicios sugieren que el sector puede recibir un esperado impulso y la eólica offshore trascender las limitaciones de espacio.
Energía eólica en España: Beneficios económicos y ambientales
Según un informe de KPMG, los costes totales de generación eléctrica en España pueden reducirse en 2 billones de euros con una penetración de renovables más ambiciosa, cambiando la situación actual de la energía eólica en España.
De igual forma,el desarrollo de renovables en la escala necesaria incrementaría el PIB español en 6,000 millones de euros al año en 2021-2030 o 130 euros per cápita, y al mismo tiempo generaría alrededor de 150 mil empleos directos e indirectos: 30 mil solamente en el sector eólico. El desarrollo de renovables también traerá beneficios de salud, mitigando los problemas de escasez de agua.
Recientemente, hay un renovado interés en el sector. De acuerdo con la Asociación de Energía Eólica (AEE), en Europa se instalaron 2,65 GW eólicos marinos en 2018, por lo que la capacidad total instalada de esta tecnología ascendió a 19 GW.
Dentro de la eólica offshore, el empleo de soluciones flotantes está adquiriendo protagonismo. La energía eólica offshore (ya que) permite la implantación de parques eólicos en zonas de gran profundidad (más de 60 metros). La eólica flotante multiplica varias veces el potencial energético de esta forma de energía ya que obtiene un mejor aprovechamiento del recurso eólico y factores de capacidad mucho más elevados. El coste de la eólica marina flotante se está reduciendo progresivamente hasta el punto de que se prevé que la eólica offshore alcance en los próximos años a la eólica terrestre en cuanto a nueva potencia instalada.
Energía eólica offshore: Claves para el repunte del sector
Según The Economist, algunas lecciones pueden aprenderse del Reino Unido. El semanario afirma que los líderes políticos han favorecido la eólica offshore financiando unagran planta en Northumberland, pero lo más importante han sido los subsidios: el gobierno decidió otorgar más apoyo financiero temprano a granjas eólicas en fases tempranas que a la eólica onshore o a la energía solar. La lógica fue que en ese momento la eólica offshore era intensiva en capital e inmadura. Ese año, los ministros autorizaron subastas competitivas parageneración con bajas emisiones. Las empresas participan en subastas para proveer electricidad en contratos a 15 años en los que el gobierno paga la diferencia entre el precio de subasta y el precio de mercado. Desde 2015, excluyen a la eólica onshore y a la energía solar. Los contratos a largo plazo dieron a las compañías certidumbre para invertir.
A pesar de que se mencionan ineficiencias en cuanto a costes y precios, en algunas medidas los resultados han sido exitosos. La capacidad de generación de la eólica offshore se ha incrementado 20 veces en ese país y ahora representa la cuarta parte de la generación producto de energías limpias.
En un documento publicado por Orsted, una empresa global de energía limpia, la descarbonización de Europa va a requerir una transformación urgente y fundamental del sistema de energía europeo. Para cumplir su rol, la eólica offshore debería alcanzar 450 GW de capacidad instalada en 2050 y alcanzar un cuarto de la generación a nivel europeo. Para esto se deberían alcanzar los 130 GW en 2030, por lo que deben generarse condiciones relacionadas con espacio, infraestructura y desarrollo industrial.
En cuanto a espacio, deberían designarse zonas más grandes donde la eólica offshore sea priorizada y donde los desarrolladores tengan más libertad de identificar y proponer nuevos proyectos, asimismo, el consenso sobre el impacto ambiental debe estar basado en conocimiento actualizado e incorporar los beneficios de los proyectos sobre el cambio climático.
En relación a la infraestructura, la transmisión debería incluirse en el alcance de los desarrollos y granjas eólicas vinculadas entre sí, que deberían entrar en los sistemas de transmisión compartiendo conexiones en hubs o sirviendo múltiples mercados al mismo tiempo. Por último, a pesar de que los gobiernos ya tienen metas nacionales, los volúmenes deben optimizarse regionalmente.
Posición de España en la energía eólica offshore
El caso español resulta paradójico. A pesar de tener gran experiencia eólica, se encuentra rezagada, especialmente en la eólica offshore. Según informa ABC, once países europeos cuentan ya en sus aguas territoriales con un centenar de parques eólicos marinos que suman 18.500 megavatios (MW) de potencia. Reino Unido (8.185 MW) y Alemania (6.400 MW) lideran este sector a gran distancia del resto. España ocupa uno de los últimos puestos de esta clasificación, con tan solo dos aerogeneradores y 10 MW de potencia.
En cuanto a empresas, la situación es distinta. Una de las empresas líderes en Europa en eólica marina, y en renovables en general, es Iberdrola, que ya ha puesto en marcha parques como el de West of Duddon, en el mar de Irlanda, y Wikinger, en el mar Báltico. Además de los proyectos en aguas francesas (Saint-Brieuc) y el Báltico (Baltic Eagle y Wikinger Süd), ejecuta la construcción de su mayor proyecto hasta la fecha, el East Anglia One, que contará con 714 MW y suministrará electricidad a 630.000 hogares ingleses.
El director técnico de la AEE explica que, aunque la plataforma continental de España es corta, estrecha y enseguida se alcanzan grandes profundidades, la nueva tecnología de plataformas flotantes permitiría instalar en España parques eólicos marinos adicionales. Según estudios realizados por los ministerios de Energía y el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía) , las mejores zonas están en aguas de Galicia, Asturias, el estrecho de Gibraltar, la desembocadura del Ebro, Castellón y Canarias.
Precisamente, estas islas podrían acoger el primer gran parque eólico marino de nuestro país si fructifica el proyecto de la petrolera noruega Equinor, aprobado este verano por el gobierno insular y que contempla una inversión de casi 900 millones en una instalación de 200 MW que entraría en funcionamiento en 2024.
Consideraciones finales
A pesar de las restricciones geográficas, existen indicios regulatorios positivos. A finales de noviembre, el Gobierno aprobó un real decreto dirigido a sofocar los pleitos multimillonarios de inversores extranjeros en renovables que se vieron afectados por la última reforma del sector y al mismo tiempo aliviar la presión financiera sobre los productores domésticos.
De renunciar a sus pretensiones en los arbitrajes, estos inversores -en su mayoría fondos de inversión que demandaron al Estado tras una segunda reforma del sector eléctrico que recortó sustancialmente la remuneración de unas 64.000 instalaciones renovables en 2013- podrán mantener la rentabilidad en el 7,39% El decreto también establece una rentabilidad algo inferior, del 7,09%, para las instalaciones posteriores al 2013. Estos porcentajes estarán en vigor hasta 2031 y evitan el fuerte recorte que tendría que haber sufrido la remuneración el año que viene de haberse mantenido la anterior normativa.
La tecnología y la regulación deben ir de la mano. Según Alberto Martin Rivals, director de Energía y Recursos Renovables de KMPG España, el reto principal será cómo integrar los renovables de manera efectiva en el sistema con tan altas tasas de penetración. El almacenamiento y las interconexiones serán la clave del éxito.