Las industrias aeroespacial y marítima están experimentando grandes cambios, en consonancia con los desafíos globales en materia de sostenibilidad. Su gran impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero alcanza del 2 al 4% del total de CO₂. De cara a reducirlas, la innovación marítima y aeroespacial se apoya en la tecnología digital y otros mecanismos afines, con el objetivo de aproximar estas industrias al futuro sostenible que todos esperamos alcanzar.
Ambos sectores, fundamentales para el comercio y la movilidad internacionales, dependen casi por entero de combustibles fósiles y procesos con un alto impacto medioambiental. Además de disminuir las emisiones, otro reto de estas industrias es gestionar los residuos de manera eficiente.
Desde combustibles alternativos hasta sistemas de propulsión eficientes, la urgencia mundial de la sostenibilidad está dando lugar a grandes innovaciones que tienen el cometido de transformar la forma actual de transportar mercancías por el mundo.
Para una mayor coherencia, transparencia y eficiencia en el proceso de transformación, es conveniente la definición de una hoja de ruta de sostenibilidad en ambas industrias. Así lo señalan desde los propios sectores, alegando que tanto las empresas y organizaciones como resto de partes implicadas deberían poder utilizarla para guiarse en el cumplimiento de los objetivos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza). Estos son los más indicados para evaluar el impacto y la sostenibilidad de las empresas, más allá de los resultados financieros. Por ello se están convirtiendo en un elemento diferenciador para inversores, empresas y sociedad en general.
El reto de un transporte marítimo sostenible
La industria del transporte marítimo es uno de los pilares fundamentales del comercio global, ya que alrededor del 80% del comercio mundial (en términos de volumen) se mueve por vía marítima, según la UNCTAD.
La industria marítima está implementando prácticas de navegación sostenible como el uso de combustibles alternativos (gas natural licuado o GNL) y la inversión en tecnologías avanzadas de propulsión para que los barcos sean más eficientes y menos contaminantes.
La propulsión híbrida, que combina motor de combustión interna con eléctrico, está siendo ampliamente adoptada para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones. Los barcos equipados con sistemas de propulsión híbrida pueden operar en modo eléctrico en puertos y zonas costeras sensibles. La propulsión basada en energías renovables y limpias, como la solar y eólica, minimiza el impacto medioambiental.
Tecnología al servicio de un sector marítimo sostenible
Según la Organización Marítima Internacional (OMI), la adopción de tecnologías sostenibles en el sector marítimo podría llegar a reducir hasta un 30% de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) asociadas al transporte en 2030. Para lograrlo será necesario la colaboración de gobiernos y empresas privadas.
Hoy en día, la digitalización ya facilita la monitorización de rutas de navegación, la optimización del combustible y la gestión de la flota. Todo ello hace que las operaciones sean más sostenibles.
La investigación en biotecnología también está avanzando en los últimos años. El desarrollo de biocombustibles marítimos más eficientes y menos contaminantes será clave a corto plazo.
Entre las muchas innovaciones actualmente en desarrollo con IA, big data y otras tecnologías, destaca por ejemplo el uso de la tecnología Blockchain. Utilizada para la parte de documentación, resulta muy útil para la emisión y validación de documentos de embarque electrónicos, como el Bill of Lading (B/L). La finalidad es doble, evitar fraudes y acelerar los trámites aduaneros, entre los que también se encuentran los pagos y otros cumplimientos de obligaciones aduaneras por operaciones de importación.
El transporte aeroespacial también se transforma
Por su parte, la industria aeroespacial afronta desafíos significativos en términos de consumo de combustible y emisiones de CO₂. Las innovaciones tecnológicas en desarrollo en este sector persiguen sobre todo reducir la huella de carbono.
El combustible de aviación sostenible (SAF) se perfila ya como una de las soluciones más prometedoras. Los sistemas de propulsión eléctricos e híbridos son otra innovación importante para la sostenibilidad en el sector aeroespacial.
Al igual que en el caso de la industria marítima, la tecnología digital también juega un papel destacado en la aeroespacial.
La digitalización posibilita una gestión más eficiente del tráfico aéreo, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones. Los sistemas de mantenimiento predictivo basados en IA ayudan a identificar y resolver problemas antes de que se vuelvan críticos, aumentando la seguridad y la eficiencia operacional. Además, la integración de inteligencia artificial y machine learning en las operaciones de vuelo puede optimizar las rutas, reducir el consumo de combustible y mejorar la seguridad.
En España, el PERTE Aeroespacial trata de digitalizar la industria aeroespacial, alineado con el objetivo global de hacer este sector más eficiente y sostenible.
Fabricación aditiva y metodología Lean en la producción aeroespacial y marítima
La fabricación aditiva, también llamada impresión 3D, está teniendo un alto impacto en la producción aeroespacial y marítima. Posibilita la fabricación de piezas complejas empleando menos material y generando menos residuos. El resultado, componentes más ligeros y eficientes. La reducción del peso de aeronaves y barcos contribuye directamente a la reducción del consumo de combustible y de emisiones.
Además, esta fabricación permite la producción local y a demanda, lo que reduce el transporte y almacenaje de piezas. Esto no sólo mejora la eficiencia de la cadena de suministro, también la sostenibilidad, ya que minimiza el impacto medioambiental de la logística tradicional.
Muy en consonancia con la fabricación aditiva o Additive Manufacturing está también la metodología Lean Manufacturing o fabricación ajustada mediante procesos de mejora continua.
También llamado Lean Production, consiste en un método de organización del trabajo que se centra en la optimización continua del sistema de producción mediante la eliminación de desperdicios y actividades que no suman valor al proceso.
Este enfoque está perfectamente alineado con la sostenibilidad. Una cultura de mejora e innovación continua facilita la implementación de una hoja de ruta hacia la sostenibilidad en constante adaptación y mejora.
La monitorización de las iniciativas, el análisis de los resultados y el ajuste de las estrategias según las necesidades detectadas en cada momento allana mucho el camino para alcanzar objetivos de sostenibilidad y excelencia, no solo en las industrias aeroespacial y marítima sino también en cualquiera de ellas.