Las ventas globales de coches eléctricos e híbridos enchufables llegaron en 2024 a las 17 millones de unidades, lo que supone un crecimiento del 26,4%. La previsión para 2025 y siguientes años es de crecimiento, pero ello depende en gran medida del binomio formado por la escasez de las materias primas y el comportamiento del mercado de las baterías.
En lo que llevamos de 2025, las ventas mundiales de coches con enchufe han crecido un 30%. Los datos registrados por Rho Motion en los dos primeros meses del año estiman 2,4 millones de unidades, un crecimiento del 30% en comparación con 2024.
Pero el crecimiento de la movilidad eléctrica está muy lejos de ser uniforme, y viene marcado por el liderazgo del mercado chino. Y este es otro de los grandes retos de la e-movilidad. Los otros dos mercados principales, el europeo y norteamericano, deberán aprovechar las oportunidades que se presentan para poder competir con China.
Reparto desigual del crecimiento de la e-movilidad
En 2024, China lideró con 11 millones de coches eléctricos y enchufables matriculados el último año. Europa igualó a duras penas el dato del año anterior, empujada por países como España. En cambio, Estados Unidos se quedó por debajo. Juntos, Europa y Estados Unidos, sumaron 6 millones, casi la mitad que China.
En lo que llevamos de 2025, China acapara 1,4 millones de los 2,4. El dato supone el 58% del total y también una mejora del 35% frente al año anterior. Pese a ello, hay mercados que se están comportando mejor este 2025, como Estados Unidos.
De aquí a 2050, se estiman necesarios 2.000 millones de vehículos eléctricos (de batería, híbridos enchufables y de pila de combustible). Uno de los mayores retos a la vista es el de conseguir mayor equilibrio en el crecimiento de la movilidad eléctrica y que los países no se queden al margen de esta importante transición. Otro gran escollo a salvar es la situación de escasez de metales críticos para la producción de baterías y componentes.
La venta de coches eléctricos se moviliza globalmente
En lo que va de 2025, Estados Unidos, Canadá y México han aumentado un 20% sus ventas. Concretamente en México, los registros se han duplicado gracias a la llegada de nuevos vehículos eléctricos chinos. En EE.UU también se ha conseguido una mejora del 28% frente al año pasado, que con toda probabilidad tiene que ver con la inminente retirada de la subvención por parte de la administración de Trump.
En Europa, el mercado español fue el único que logró crecer en 2024, con un 7,1%, gracias a que superó el millón de unidades totales. Italia, Alemania y Francia cayeron un 0,5, 1 y 3,2%, respectivamente.
Este 2025, las matriculaciones de eléctricos en Europa han aumentado un 24% frente solo el 2% de los híbridos enchufables, debido a la caída de mercados como el francés. Francia registró un 48% menos de híbridos enchufables en febrero, con la entrada en vigor de la tasa del peso.
Además del problema de la desigualdad en el crecimiento, la industria afronta otro reto, no menos importante: la escasez de materiales para la producción de los vehículos eléctricos.
En un artículo anterior sobre la e-movilidad del futuro, ya hablamos sobre este riesgo, que apunta hacia la posibilidad de una crisis en el horizonte a medio plazo, y que no desaparece pese a las buenas cifras de ventas actuales y el dinamismo generalizado del sector.
Aumento de los precios de materiales y metales críticos
Según la Agencia Internacional de la Energía, el aumento del precio de los materiales para el suministro de toda la industria automovilística muestra signos de alarma importantes. La recarga de vehículos eléctricos es una variable fundamental.
Ya en 2021, el precio del acero subió hasta un 100%, el del aluminio alrededor de un 70% y el del cobre más de un 33%. Si bien esta subida afectaba tanto a coches convencionales como a eléctricos, en los segundos el aumento de los precios de los materiales necesarios para la fabricación de las baterías supuso un reto adicional. El precio del carbonato de litio aumentó un 150% interanual, el del grafito un 15% y el del níquel un 25%. La agencia también apunta a una posible escasez de litio y cobalto, minerales críticos para la producción. Por ello, recomienda nuevas inversiones para ampliar su producción desde hoy.
Los minerales críticos son aquellos cuyo riesgo de escasez en su suministro y su consecuente impacto sobre la economía es mucho mayor que cualquier otro mineral. Cobre, níquel, cobalto, litio, cromo, grafito, manganeso y zinc son algunos de los más relevantes para la transición energética. Existen pocos depósitos conocidos y hay un suministro esporádico, por lo que pronto será crucial explorar nuevas opciones.
Así, la expansión de los vehículos eléctricos dependerá en gran medida del suministro de materias primas y componentes. Estos están cobrando protagonismo en la definición de las políticas, al ser determinantes para la transición energética. El gran reto de la electrificación del transporte por carretera reside en el cuello de botella en la oferta, que se añade a los habituales desafíos de la demanda.
El sector de las baterías, en el punto de mira
El mercado de baterías crece rápidamente gracias al aumento de la demanda y la bajada de precios. En 2024, la demanda anual marcó un récord histórico y el precio medio de un paquete de baterías cayó por debajo de los 100 dólares por kilovatio-hora (considerado el precio apropiado para competir en coste con los modelos convencionales).
El sector está dando muestras de empezar a alcanzar la estandarización. Las economías de escala, las alianzas a lo largo de la cadena de suministro, la eficiencia y la capacidad de adaptación e innovación serán claves de su estandarización. Todo ello consolidará el sector, sin olvidar el reto de diversificar geográficamente la cadena de suministro de las baterías.
Hoy por hoy, China produce más de tres cuartas partes de las baterías de todo el mundo, y se espera que siga siendo, con diferencia, el mayor fabricante de baterías a medio plazo.
En 2024, la caída de los precios promedio allí fue más rápida e intensa, llegando casi a alcanzar el 30 %. Numerosos modelos de vehículos eléctricos en China son ahora más baratos que sus versiones convencionales.
La competitividad china supone una dura barrera en el resto de mercados. En Europa, algunos productores contraen su expansión debido a la incertidumbre por la rentabilidad futura.
A pesar de las dificultades, existen vías para desarrollar una industria de baterías más competitiva en Europa. Para ello, es determinante una política clara que indique un crecimiento continuo de la demanda y reduzca los riesgos de inversión.
La AIE destaca que el esfuerzo para producir baterías LFP más económicas en la región está comenzando a dar frutos. Los fabricantes coreanos, tradicionalmente los mayores fabricantes de baterías en Europa, han perdido casi una cuarta parte de su cuota de mercado en la Unión Europea, de casi el 80 % en 2022 al 60 % en 2024. Fue en parte debido al mayor éxito de las baterías LFP fabricadas en China. Sin embargo, algunas empresas coreanas han comenzado a invertir en la fabricación de baterías LFP en Europa. Esto les permite competir mejor con los productores chinos.