Publicado el 20 de mayo de 2024

El PERTE Chip y los semiconductores

El PERTE Chip es uno de los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica más relevantes en nuestro país.
PERTE Chip semiconductores

El PERTE Chip está impulsando la industria de los semiconductores en España, con una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta 2027. Es el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica de mayor envergadura. En este artículo, analizamos el alcance y trascendencia de este proyecto para la economía y digitalización de nuestro país en los próximos años.

El mercado de los semiconductores

La demanda de semiconductores se duplicará de aquí a 2030 y España y la Unión Europea no quieren perder el tren del silicio. La razón es que se trata de un sector esencial para una economía cada vez más digitalizada.

Las primeras ayudas del PERTE Chip se están entregando muy poco a poco, y aún son una pequeña parte de los 12.000 millones que el Gobierno se ha comprometido a repartir hasta 2027.

En el sector privado hay dudas sobre el cumplimiento de los plazos debido, entre otras cosas, a la excesiva burocracia de la adjudicación de las ayudas públicas.

Por otro lado, hay confianza en la llegada de capital extranjero, a pesar de la complejidad que revisten operaciones multimillonarias como las que ya se están produciendo en el área del big data y la inteligencia artificial.

Expectativas del PERTE Chip

El año pasado Samsung declinó el ofrecimiento de instalar en España su gran fábrica europea de semiconductores. Esta decisión del gigante tecnológico, que se ha ido a Holanda, parecía dar la razón a los que desconfiaban y aún desconfían del PERTE de Microeléctrica y Semiconductores, conocido como “PERTE Chip”.

El plan estratégico del Gobierno para poner a España en el mapa de la industria de los semiconductores pretende doblar su cuota de mercado y alcanzar el 20% de la producción mundial en 2030.

El objetivo del PERTE Chip es potenciar en España la fabricación de chips y dispositivos electrónicos relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Pero también es una gran apuesta por la inversión en I+D, algo que sigue la estela de los fondos NGEU y su apuesta por los proyectos de Investigación, Desarrollo, Innovación y Digitalización (I+D+i+d).

El PERTE Chip a día de hoy

La lentitud con la que se está desplegando el plan se debe tanto a la tramitación administrativa de las convocatorias de ayudas como a la adecuación de las inversiones. Pese a ello, el empeño por sembrar chips en España ha dado ya algunos resultados tangibles en cuanto a la atracción de inversión extranjera.

El primero de ellos llegó poco después de presentar el propio PERTE Chip en 2022, con el acuerdo con la estadounidense Cisco para instalar en Barcelona su primer centro de diseño de circuitos integrados en Europa. También en la Ciudad Condal, Intel abrirá un laboratorio de semiconductores.

Entre los proyectos en marcha, el del IMEC (Interuniversity Microelectronics Centre, principal centro mundial en investigación y transferencia tecnológica en el campo de los semiconductores) puede ser uno de los proyectos más relevantes del PERTE Chip. Pero hay conversaciones abiertas con otras compañías que pueden dar lugar a iniciativas de la misma envergadura, unos 40 o 50 proyectos que estarían pendientes de aprobación, según indica Alfonso Gabarrón, gerente de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (Aesemi).

Otra de las inversiones que parece progresar es la de la fábrica de sustratos de back-end de la compañía Broadcom, que sería única en Europa. La inversión anunciada ronda los 1.000 millones de euros.

El PERTE Chip y la digitalización en España

El PERTE Chip no tiene como objetivo que España sea un nuevo Taiwán, sino que salga en el mapa de la industria. Eso sí se puede lograr si sabemos cubrir los espacios libres en la cadena de valor que el sector tiene en Europa”, opina el gerente de Aesemi.

Uno de esos huecos sin ocupar está en el proceso posterior a la fabricación del circuito integrado, un vacío en el que España se está posicionando muy bien. Se trata de procesos auxiliares en los que las empresas españolas ya trabajaban antes del anuncio del PERTE Chip. Existen muchas iniciativas para dar servicio a sectores como el del automóvil, el espacial y de sensores de imagen, entre otros.

“El PERTE Chip es una iniciativa muy positiva para que España pueda competir en la industria mundial de semiconductores en posiciones muy favorables”, en palabras de Alberto Pascual, director ejecutivo de Ingram Micro Iberia.

“Se llame PERTE o no, tendremos que seguir contando con estímulos del sector público para ser competitivos, porque seguimos en un mundo muy complejo en el que otras regiones van a hacer lo mismo”, reclama Gabarrón, gerente de Aesemi.

En un próximo artículo analizaremos en detalle las ventajas competitivas de nuestro país a la hora de posicionarse como un actor importante en esta revolución del futuro a medio plazo.

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