Mario García Cueto, CEO de Aserta Europa.
Comenzando ya este año 2024 subsiste un alto grado de incertidumbre respecto de destacados factores que están modelando la economía internacional. Frente a este, presento a continuación cinco claves que consideradas en su conjunto constituyen nuestro escenario central para las economías global, europea y española durante los próximos doce meses.
1. En primer lugar, la desaceleración de la economía mundial continuará durante 2024, situándose el crecimiento de la producción global en el 2,7% según la OCDE. Lo hará en un contexto donde los conflictos geopolíticos seguirán pesando en la fragmentación de la economía global por bloques, muy centradas en su autonomía y en la producción doméstica en detrimento de los flujos internacionales de comercio e inversión, generando tensiones entre los mismos. Un buen ejemplo de la intensificación de la regionalización, buscando las ventajas de la producción cercana y de menor riesgo relativo, lo constituye el caso de la profundización de las relaciones económicas entre Estados Unidos y México, con efectos positivos para México, el país receptor de la inversión adicional y que ve además crecer sus exportaciones. Frente al mayor coste que pude suponer para las empresas de Estados Unidos respecto de la alternativa previa de fabricación en China.
Como respuesta a los cambios geopolíticos y a la intensificación de las crisis, los Estados continuarán incrementando su protagonismo en la economía en 2024, justificada en muchos casos con argumentos relacionados con la seguridad (defensa, sanitaria, alimentaria, cibernética) y en sectores estratégicos (como el sector industrial o energético). En este contexto se encuadra la aprobación del Inflation Reduction Act (IRA) de Estados Unidos, plan con el que la primera economía del mundo busca fortalecer la ventaja tecnológica del país y su capacidad de competir con China, pero va también en detrimento de la implantación de las empresas americanas o europeas en la UE.
Los citados cambios geopolíticos y el creciente papel del Estado en la economía están también estrechamente ligados con el impulso a las inversiones y programas públicos asociados con la revolución digital y la transición energética, al estar buscando las principales economías encabezar la carrera en estos sectores e industrias consideradas como aquellas que liderarán el futuro.
2. En segundo lugar, Europa continuará estancada, con un crecimiento estimado del PIB de la Eurozona por debajo del 1% en 2024 según la OCDE. Su mayor apertura al exterior ha hecho que esté ahora más expuesta a los embates en la economía global, y se viene enfrentado a un escenario particularmente adverso desde la guerra iniciada por Rusia en Ucrania.
No obstante, el viejo continente ha demostrado en el pasado su capacidad de avanzar en momentos de dificultad y dispone de muchas más herramientas de las que contaba durante la crisis de deuda soberana Europa. Entre las más recientes destacan los fondos Next Generation EU (NGEU), que persiguen una transformación estructural de la economía europea apoyada en la transición digital y la revolución energética; así como el Transmission Protection Instrument (TPI), que tiene por objetivo evitar un aumento excesivo de los diferenciales que pueda poner en riesgo la sostenibilidad de la moneda única.
Ante nuestra confianza en las capacidades europeas, y para apoyar la actividad de nuestros clientes, hemos puesto en marcha nuestra expansión por Europa con la creación de la nueva Aserta Europa Seguros y Reaseguros, que iniciará este año su actividad en Italia y Portugal y que tendrá su sede en Madrid. Nuestro objetivo es poder llegar antes con productos digitales que con un seguro de caución tradicional.
3. En tercer lugar, y ante el reciente menor crecimiento de los precios que el esperado, continuará el debate respecto a si ya se han concluido los ciclos de endurecimiento de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales y sobre el calendario para la reducción de tipos de interés que habían de seguir este año.
En diciembre tanto el Banco Central Europeo (BCE), como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) han decidido mantener estables sus tipos de interés oficiales, tras el fuerte endurecimiento que han llevado a cabo desde el comienzo del actual ciclo restrictivo, y han indicado que continuarán evaluando la última información económica disponible para su toma de decisiones, mostrándose incluso dispuestas a acometer subidas adicionales de tipos si fuera necesario, mientras que los mercados descuentan que no será necesario mantener los tipos elevados por todo el periodo de tiempo más extenso anunciado inicialmente.
El tono de la política fiscal será también determinante en la evolución de los precios, y en la actuación de los bancos centrales. Por el momento, a la espera de la implementación del reciente acuerdo alcanzado por los veintisiete respecto a las reglas fiscales europeas – con efectos a partir de la planificación presupuestaria de 2025-, muchos gobiernos europeos siguen impulsando fuertes crecimientos del gasto público, pese a los llamamientos de las principales instituciones financieras internacionales respecto de la necesidad de llevar a cabo una política fiscal prudente que permita recuperar márgenes de maniobra frente a futuras crisis.
4. La economía española seguirá creciendo por encima de la media europea en 2024, según la OCDE su PIB crecerá el 1,4%, en clara desaceleración respecto del avance del 2,4% con el que cerrará este año. En los próximos doce meses la economía española continuará creciendo gracias a la sólida contribución del consumo, que avanzará a una tasa del 2%, por encima del PIB. En un contexto inflacionista, el consumo de los hogares se está viendo favorecido por los buenos datos que continúa registrando el mercado de trabajo.
En este escenario, en Aserta hemos conseguido crecer en un mercado muy competitivo y esperamos haber sido en 2023, por tercer año consecutivo, líderes en seguros de Caución. Así, ponderamos positivamente las oportunidades de negocio existentes para el próximo año relativas a los grandes proyectos de energía, de defensa, de contratos, de construcción y de infraestructura. Al mismo tiempo que tenemos como objetivo llegar a las pymes y particulares y hacer crecer los productos digitales que han sido lanzados en el último año con el propósito de fortalecer los mercados B2C y B2B.
5. Por último, el positivo desempeño de la economía española en el corto plazo seguirá sin ser suficiente para atajar las importantes debilidades estructurales que podrían derivar en un panorama más complejo en el medio plazo.
Así los insuficientes niveles de inversión, que no se han recuperado aún tras el impacto de la pandemia, están constriñendo los niveles de productividad. Y que, unidos a la aún muy elevada tasa de paro, están manteniendo los niveles de renta per cápita española muy por debajo de la media europea. Mientras que la persistencia de la inflación socava la renta real de las familias.
Siendo además que España cuenta con un menor margen para hacer frente a futuras crisis y shocks en el panorama internacional, de forma que el desequilibrio de las cuentas públicas -que acumula ya dieciséis años con déficits presupuestarios primarios y con una deuda pública en máximos históricos en términos de volumen- se presenta como uno de los principales desafíos para la economía española.
Por tanto, es el momento de apostar no solo por el corto plazo, sino de poner el foco en el medio y largo plazo. Ante la falta de capacidad para adoptar reformas estructurales suficientemente consensuadas en el contexto político actual, resulta fundamental que el sector público sea capaz de proporcionar un marco institucional estable, que contribuya a que el conjunto de empresas españolas -que están mostrando su gran capacidad de competir en los mercados internacionales-, pueda ser el verdadero protagonista. De forma que, en un contexto de mayor confianza, las empresas desarrollen sus respectivos planes de inversión y contribuyan así de forma decidida a la sostenibilidad del crecimiento.