La recién anunciada vacuna para el COVID-19 empieza a ser autorizada para su distribución en diferentes países, aumentando el optimismo sobre una potencial recuperación económica.
Una distribución eficiente de la vacuna facilitaría que los niveles de actividad económica se reactiven, con predicciones de incremento del PIB a nivel mundial por 4.2% durante el 2021.
La nueva cepa de COVID-19 que surgió en Reino Unido empieza a afectar la confianza de los inversores, resaltando los riesgos asociados.
La nueva cepa de COVID-19 que surgió en Reino Unido empieza a afectar la confianza de los inversores, resaltando los riesgos asociados.
Sin embargo esto dependerá de varios factores: nuevas oleadas de contagios, la continuidad de las medidas implementadas por los gobiernos, la severidad de las restricciones, el uso intensivo de tests rápidos y por encima de todo, la disponibilidad de la vacuna.
El 9 de noviembre de 2020, datos preliminares de Pfizer y BioNTech indicaron que su vacuna era 90% efectiva, sin efectos secundarios serios. Los datos finales de la prueba mostraron un índice de eficacia del 95%. De acuerdo a New York Times, el 2 de diciembre, el Reino Unido se convirtió en el primer país de occidente en aprobar la vacuna a través de una autorización de emergencia. De igual forma, el 11 de diciembre del 2020 la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) emitió la primera autorización de emergencia para el uso de la misma vacuna.
En cuanto a las cantidades que estarán disponibles de la vacuna, la empresa desarrolladora ha anunciado que espera entregar 45 millones de dosis para finales del año 2020, lo cual incluye 12.5 millones para la Unión Europea y 20 millones a Estados Unidos. Con respecto al 2021, el objetivo es producir 1.3 billones de dosis, reporta Financial Times.
Otras vacunas también se encuentran disponibles o en proceso. En Estados Unidos, la vacuna de la empresa de biotecnología Moderna, fue recientemente autorizada para su uso. Ambas opciones utilizan la misma tecnología, enviando al cuerpo material genético conocido como ARNm para que las células de las personas puedan fabricar la proteína de pico. Así el sistema inmunológico se activa para reconocerla y producir anticuerpos en su contra.
Recuperación económica tras la vacuna: los escenarios optimistas
El progreso con las vacunas y tratamientos para el COVID-19 elevaron las expectativas de recuperación económica. Un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que una distribución más rápida de la vacuna y una mejor cooperación para ello, aumentaría la confianza y fortalecería la recuperación económica.
El progreso con las vacunas y tratamientos para el COVID-19 elevaron las expectativas de recuperación económica. Un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que una distribución más rápida de la vacuna y una mejor cooperación para ello, aumentaría la confianza y fortalecería la recuperación económica.
Sin embargo, un reporte de Forbes detalla que la recuperación económica depende ampliamente en la epidemiología del coronavirus. Hasta que exista más información sobre la distribución de la vacuna, el escenario más probable es que los casos disminuyan dramáticamente a mediados de 2021. El comportamiento económico puede ser influenciado, y al final del verano la actividad empresarial se acelerará mientras las personas se sienten más cómodas estando cerca de otros. Mientras que la vacuna será un gran impulso para la economía, es importante acotar que no será instantáneo y los líderes deben implementar planes de contingencia para asegurar su repunte.
Las amenazas para la recuperación económica
El reporte de la OCDE también advierte que el futuro se mantiene incierto, en especial si se toma en consideración los riesgos asociados a la vacunación. Si la distribución de la vacuna progresa lentamente, los gobiernos se verán forzados a implementar nuevas restricciones que continuarán afectando la economía. Además, la confianza del mercado sería gravemente afectada si la distribución o los efectos secundarios de la vacuna no cumplen las expectativas.
Un factor que incrementa significativamente la incertidumbre es si la población aceptara ser vacunada, y si la misma deberá ser obligatoria, detalla un estudio de Deutsche Bank. La Organización Mundial de la Salud identifica la duda sobre las vacunas como uno de los riesgos a la salud a nivel global, producto al auge de movimientos antivacunas y desinformación en los años recientes.
Por otro lado, otro riesgo que identifica el estudio podría ser una disrupción financiera dado que los bancos centrales y autoridades fiscales han tomado acciones agresivas durante la pandemia, sobre todo en los Estados Unidos y Europa para contrarrestar la crisis. Entre ellas está la creciente sobrevaluación de activos y el aumento de los niveles de deuda para los estímulos de política monetaria y fiscal.
En cualquier escenario, un aspecto que se mantendrá es la pérdida de capacidad productiva, debido a la población que optó a retirarse temprano por la pandemia, y aquella que ha fallecido. Por tanto, la fuerza laboral será menor a lo que hubiese sido, recalca Forbes. La inversión de capital en herramientas, maquinaria y ordenadores fue menor en 2020 y no es probable recuperar esa caída.
La nueva cepa del COVID-19 que surgió durante diciembre también podría tener un impacto en la recuperación. Esta tiene un índice de transmisión más alto y fue identificada en Reino Unido, reporta Business Insider. Desde su anuncio, las acciones de aerolíneas y cruceros tuvieron una caída ante las nuevas restricciones y limitaciones de viaje, afectando el optimismo de los inversores y las expectativas de reactivación económica.
En respuesta, la compañía alemana BioNTech ya ha declarado que puede usar la tecnología existente para producir una nueva vacuna contra las mutaciones del coronavirus. Para poder producir esta nueva variación se necesitan aproximadamente seis semanas, aunque los ejecutivos ya han mencionado que la vacuna existente sería efectiva contra la nueva variante. La velocidad en la que esta estará disponible luego, dependerá en el tiempo que toma a los reguladores el autorizar la nueva fórmula.