José María Romero Vera, director de Economía e Internacional de Equipo Económico (Ee)
8 marzo 2024 Compartir en:

¿HASTA CUÁNDO LA INFLACIÓN Y LOS TIPOS DE INTERÉS ALTOS?

José María Romero Vera, Director de Economía e Internacional en Equipo Económico (Ee).

Tras tres años de fuerte crecimiento de los precios en España, la inflación se sitúa todavía por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo, si bien los últimos datos apuntan a su moderación.

El Índice de Precios de Consumo creció el 2,8% interanual en febrero, seis décimas menos que en enero, gracias a la bajada de los precios de la electricidad, la estabilización de los precios de los alimentos, así como por la comparación con el mayor nivel de precios registrado hace un año, cuando el IPC crecía a un ritmo del 6%. Por otro lado, la inflación subyacente -que excluye los productos energéticos y alimentos no elaborados por su alta volatilidad- se situó aún en el 3,4% interanual, dos décimas menos que en enero.

Estos resultados están en línea con las previsiones de nuestro modelo econométrico en Equipo Económico (Ee) y nos llevan a estimar que la inflación media anual se situará en el 3,0% en 2024 y el 2,3% en 2025, moderándose con respecto al 3,5% con el que cerró 2023.Asimismo, nuestras previsiones apuntan a que la inflación subyacente se ubique en tasa media anual en el 3,2% este año y en el 2,4% el año que viene, de manera que continuará por encima de la inflación general.

El proceso de moderación del crecimiento de los precios al que estamos asistiendo en España no es un caso aislado en Europa. De hecho, si bien meses atrás nuestro país venía presentando una de las tasas de inflación más bajas del conjunto europeo, la tasa de inflación eurozona viene siendo inferior a la española desde octubre de 2023, según se aprecia en el gráfico 1. Así, el IPC armonizado de la eurozona creció el 2,6% interanual en febrero, dos décimas por debajo de la tasa de enero.

Dentro de la eurozona, continúa existiendo una gran heterogeneidad por países, de manera que, mientras que Letonia (0,7%) e Italia (0,9%) registraron las tasas de inflación armonizada más bajas del conjunto, Croacia (4,8%) y Estonia (4,4%) se anotaron las más elevadas. El crecimiento de los precios se moderó en once de los veinte países de la eurozona -entre los que destaca Alemania, donde lo hizo en cuatro décimas hasta el 2,7%‑ y se mantuvo estable en cinco países, mientras que solo creció en cuatro.

GRÁFICO 1. ÍNDICE DE PRECIOS DE CONSUMO ARMONIZADO EN LA EUROZONA POR PAÍSES.

Fuente: Eurostat, Equipo Económico (Ee).

En la otra orilla del Atlántico, Estados Unidos muestra una tendencia descendente similar, con la tasa de inflación en el 2,4% interanual en el mes de enero, dos décimas por debajo de lo registrado un mes antes, según el índice de Precios de Gasto de Consumo Personal­, el indicador utilizado por la Reserva Federal para la toma de decisiones de política monetaria.

Ante la progresiva moderación de las presiones inflacionistas, los mercados financieros vienen dando por descontado que el actual ciclo contractivo de la política monetaria llegue a su fin durante la primavera. Por su parte, tanto el BCE como la Fed, a través de sus mensajes, descartan hacerlo por el momento, considerando prematuro un recorte en los tipos de interés hasta anclar correctamente las expectativas de inflación en el objetivo del 2%, si bien apuntan ya claramente a que se producirá este año.

En esta línea, y pese que el BCE ha revisado esta semana a la baja sus previsiones para la eurozona en 2024, tanto de crecimiento de PIB (que sitúa ahora en el 0,6%) como de inflación (2,3%), ha decidido mantener sin cambios el precio del dinero. De forma que el tipo de interés para las operaciones principales de financiación se sigue situando en el 4,5%. Lo hace por cuarta vez consecutiva, tras las diez alzas previas de los tipos que llevó a cabo desde el comienzo del actual ciclo contractivo de la política monetaria en julio de 2022 con el trasfondo de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania.

Sin embargo, la institución monetaria ha destacado, a través de sus indicaciones sobre la orientación futura de su política monetaria, que en junio dispondrá de datos suficientes para evaluar con mayor precisión los efectos que está teniendo este año la transmisión de la política monetaria sobre los precios y los salarios. De forma que podría fundamentar entonces, llegado el caso, un calendario de reducción de los tipos a partir del verano.

De esta manera, si el BCE mantiene su discurso en las próximas semanas, un momento decisivo en el devenir del precio del dinero, poco antes del comienzo del verano, será la reunión de política monetaria que mantenga el 6 de junio, día mismo del comienzo de las elecciones europeas. De continuar la inercia actual, los mensajes que lance el BCE ese día a la opinión pública europea tendrían que ser todavía más claros.

En este contexto, en Equipo Económico (Ee) estimamos que los tipos de interés de las operaciones principales de financiación del BCE se situarán en el 4% a finales de este año 2024, tras dos bajadas de 0,25 puntos en la segunda parte del año, y en el 3% en 2025 acompañando la reducción esperada de la inflación en la eurozona.

Salvo que de aquí a entonces se materialicen nuevos riesgos, por ejemplo, en el terreno de la geopolítica, que afecten al escenario central analizado, todo apunta a que este verano se iniciará el proceso de reducción de tipos de interés, aunque estos continuarán situándose en el medio plazo por encima de los niveles cercanos a cero e incluso negativos previos a la pandemia. La preocupación se traslada, cada vez más, hacia el debate sobre la capacidad para crecer en el medio y largo plazo.

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