18 octubre 2022 Compartir en:

España avanza hacia el coche eléctrico a paso de tortuga

Los límites de CO2 impuestos por la Comisión Europea harán que, en la práctica, ningún coche de combustión nuevo se pueda vender a partir de 2030. La principal alternativa son los vehículos eléctricos, pero esta tecnología tiene sus propias barreras: además del precio, necesitan una red de puntos de recarga pública que aún es insuficiente si no se cuenta con un cargador doméstico o en el trabajo. En 2023, debería haber 100.000 estaciones de este tipo, pero la cruda realidad es que a día de hoy apenas hay disponible poco más de un 15,7% de esa previsión.

El parque automovilístico español va poblándose de automóviles eléctricos… pero lo hace ‘pisando huevos’. Las ayudas a la compra como el Plan Moves III o los beneficios asociados a los automóviles con etiqueta 0, como la libre circulación por el centro de las grandes ciudades o el uso de los carriles Bus-VAO son aspectos clave que juegan a favor de estos vehículos, a lo que también contribuye últimamente el aumento de los carburantes.

Sin embargo, factores como la escasez de puntos de recarga -especialmente en zonas de interior, alejadas de autovías o autopistas, donde existen muy pocos cargadores, y estos como mucho de 50kw de potencia-, unido al todavía generalizado desconocimiento de los usuarios en torno al coche eléctrico (precio, consumo, autonomía…) actúan todavía como elementos disuasorios a la hora de decantarse por la adquisición de un vehículo eléctrico.

¿Es un problema el consumo del coche eléctrico?

Otra de las grandes dudas sobre las que todavía existe un común desconocimiento entre el conductor medio en nuestro país es la que se refiere al consumo de estos automóviles. ¿Cuánto cuesta recorrer 100 km con un coche eléctrico?

En general, el usuario todavía no se plantea cuestiones como que la electricidad que utilizan estos vehículos no es gratis -aunque puede llegar a ser más barata que cualquier combustible líquido o gaseoso-, o que los motores eléctricos, igual que los de combustión, también consumen energía, salvo que medida en kWh en vez de litros.

Por el contrario, la mayoría de los conductores sí reconocen un alto grado de inquietud en torno a la autonomía del coche. En este sentido, hay que recordar que el consumo juega en beneficio, precisamente, de la autonomía. Así, si se elige un coche pequeño para uso urbano, con recarga doméstica, la autonomía es un factor que pasa a segundo plano. Por ejemplo, un Renault Twingo Eléctrico tiene una autonomía oficial de 190 km, suficiente para su cometido.

Obviamente, el consumo de electricidad en un automóvil eléctrico depende de diversos factores, al igual que sucede con los de combustión. El tamaño del vehículo, número de motores y potencia son algunos de los aspectos que influyen en el consumo, así como el el estilo de conducción, el peso (ocupantes y equipaje) que traslade y la climatología.  Ahora bien, con los vehículos eléctricos sucede al revés que con los de combustión: consumen menos en ciudad que en carretera.

La clave, el tipo de recarga

Ante la pregunta sobre cuánto cuesta recorrer 100 km con un eléctrico, habría que responder que ‘depende’: la clave está en el tipo de recarga, ya que no se paga igual en la corriente alterna de un enchufe doméstico que en la corriente continua de un cargador de alta potencia en la autopista.

Lo más barato es recargar la batería en corriente alterna y, a ser posible, en casa. Según la tarifa contratada, de media se puede recargar a un precio de 0,12 euros/kWh. En tal caso, y suponiendo que usamos un coche eléctrico que consuma 17 kWh/100 km, recorrer 100 km costaría 2,04 euros.

Si nos ponemos en carretera para un viaje de media o larga distancia, y considerando que en estos casos se sale con la batería llena, hay que tener en cuenta que a los 300 kilómetros recorridos, aproximadamente, habrá que recargar con casi cualquier vehículo. En este caso, el precio del kWh varía mucho en función de la compañía que suministradora, la contratación o no de un plan mensual de recarga, etc. El precio del kWh en corriente continua oscila entre 0,30 y 0,79 euros.

En el supuesto de que el desplazamiento se realice con un coche que consuma 20 kWh/100 km (en autopista, el consumo de electricidad aumenta), y de que se cargue en un cargador con el kWh a 0,79 euros, recorrer 100 km costará 15,8 euros, una cantidad superior al de muchos coches de combustión. También existen algunos postes de carga en zonas urbanas que se pueden usar gratuitamente, aunque en general se trata de cargadores ‘lentos’, es decir, de poca potencia. Para algunos expertos el auténtico talón de Aquiles de la movilidad eléctrica es precisamente la falta de infraestructura pública de recarga que será la que marque la adopción de los vehículos eléctricos.

Un real decreto para regular los puntos de recarga

El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), aprobó el pasado mes de marzo un real decreto que regula la actividad de prestación de servicios de recarga energética de vehículos eléctricos, y definió los derechos y obligaciones de los agentes que participan en esta actividad para facilitar su desarrollo y proteger a los usuarios. Entre las obligaciones se incluye la remisión de información sobre las características de las instalaciones para elaborar un mapa oficial de puntos de recarga.

El decreto busca completar el marco normativo de aplicación a la actividad de recarga de vehículos eléctricos, en el que trabaja el Ministerio para dinamizar la movilidad sostenible y alcanzar el objetivo fijado por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) de disponer de 100.000 puntos de recarga pública en 2023, pero actualmente las ‘electrolineras’ disponibles apenas suman 15.772, y eso tras el impulso registrado en el segundo trimestre de este año, con un incremento de más de 4.000 puntos.

Por lo demás, el decreto define las dos figuras jurídicas que pueden participar en la actividad de recarga: el Operador del Punto de Recarga, titular de los derechos de explotación de las estaciones de recarga y responsable de su operación física, y la Empresa Proveedora de Servicios para la Movilidad Eléctrica, un intermediario entre los operadores y los usuarios de vehículos eléctricos, que puede prestar servicios de valor añadido a dichos usuarios.

La normativa únicamente afecta a los puntos de recarga de acceso público -no a los puntos de particulares o de empresas para sus flotas- y establece los derechos y las obligaciones de los operadores y de los proveedores de servicios para facilitar las recargas y reforzar la protección de los usuarios.

Por ejemplo, ambos actores deben informar sobre el origen de la energía eléctrica suministrada; deben disponer de un servicio de atención al cliente para recoger quejas, reclamaciones o incidencias del servicio, y deben preservar el carácter confidencial de la información de la que tengan conocimiento en el desempeño de su actividad. Los operadores, en tanto que responsables de la operación física de los puntos de recarga, garantizarán el cumplimiento de la normativa de calidad, seguridad industrial y metrología que resulte de aplicación.

Asimismo, el real decreto refuerza la obligatoriedad de la recarga puntual en estaciones de acceso público, sin que puedan establecerse barreras de naturaleza técnica o contractual, garantizando el acceso de todos los usuarios de vehículos eléctricos a la recarga con el fin de reducir la denominada ‘ansiedad de autonomía’.

A la cola de Europa

Pese a este impulso por parte del Gobierno, lo cierto es que en Europa, según datos de las patronales de fabricantes de vehículos (Anfac) y concesionarios (Faconauto), España todavía está a la cola en número de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Según los datos del último “Barómetro de electromovilidad” elaborado por la patronal de fabricantes de automóviles ANFAC, la infraestructura de recarga para coches eléctricos de acceso público en España ha aumentado en 1.528 puntos en el segundo trimestre de 2022, para llegar a un total de 15.772. Tan solo el 17% de ellos son de carga rápida (con potencias superiores a 22 kW), y la mayoría de ellos se sitúan en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Madrid.

Sin embargo, y pese al tímido aumento de la infraestructura en los últimos meses en España (apenas ha ganado 1,1 puntos), la brecha no deja de aumentar en Europa, donde ya hay más de 224.237 puntos de recarga en funcionamiento.

Además, la gran mayoría (83%) de los puntos de recarga para coches eléctricos de acceso público en nuestro país son de recarga lenta, (inferiores a 22 kW), lo que supone cargas de tres horas de media para la mayoría de los vehículos eléctricos actualmente en el mercado.

El sector reclama más inversión…

“El vehículo eléctrico está ganando presencia en España, pero no se convertirá en una opción real para la mayoría de los conductores hasta que la disponibilidad de estaciones de carga no sea generalizada”, explicaba Henrik Bergman, director regional de Charge Amps para España y Portugal (proveedor de soluciones de carga para vehículos eléctricos), durante la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid 2022, celebrada los pasados días 16 y 17 de septiembre en Madrid.

“Los vehículos eléctricos necesitan una instalación adecuada donde cargarse, ya que conectarlos directamente a una toma de corriente es ineficiente y arriesgado para la instalación y para el mismo coche”, detallaba también en dicho evento Stiven Montoya, CEO de Cargove, especialista en la instalación de estaciones de carga. “Las estaciones de carga garantizan la máxima seguridad y, al mismo tiempo, revalorizan un aparcamiento. Aquellos que opten por adaptar sus parkings además podrán aprovechar las ayudas gubernamentales para la instalación de puntos de carga, disponibles para cualquier ciudadano o empresa”, asegura Montoya.

Ante estas cifras y declaraciones, resulta evidente que en España se necesita más inversión, incentivos y eliminación de barreras burocráticas para ampliar infraestructuras que potencien la compra y uso de vehículos eléctricos de batería y cumplir con los objetivos establecidos.

…y medidas fiscales

Con el fin de acelerar la implantación del vehículo eléctrico en España, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, AEDIVE, propone equiparar el tratamiento fiscal del vehículo eléctrico al de la rehabilitación de viviendas para la eficiencia energética.

De esta forma, tanto desde AEDIVE como desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM), abogan por que las subvenciones al eléctrico estén exentas de integrarse en la base imponible del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) y por establecer una deducción en el IRPF del 20% de la inversión total. En opinión de ambas entidades, la gestión inteligente de la recarga y la bidireccionalidad, combinando energía fotovoltaica con almacenamiento, son medidas que permiten reducir el gasto de la electricidad e impulsar el ahorro de energía.

ADIVE apoya así el anuncio de la necesidad de implementar un paquete de medidas urgentes para ahorrar energía anunciadas por el Gobierno y aboga por contemplar el vehículo eléctrico como uno de los ejes fundamentales de esa estrategia.

Para esta asociación, el vehículo eléctrico es movilidad sostenible pero también, y sobre todo, es eficiencia energética, al ser el único sistema de propulsión capaz de interactuar con el sistema eléctrico para impulsar las energías renovables, la generación distribuida y el almacenamiento energético, gracias a la gestión inteligente de la recarga y a la bidireccionalidad.

En opinión de AEDIVE la vivienda y la movilidad son dos ejes fundamentales en la estrategia del ahorro y la eficiencia energética, por eso propondrá al Gobierno que el vehículo eléctrico reciba el mismo tratamiento fiscal del que ya goza la rehabilitación de viviendas. Ese tratamiento fiscal permitiría acelerar la adopción del vehículo eléctrico y reducir, por tanto, la dependencia de los combustibles fósiles por parte de terceros países.

“AEDIVE quiere reiterar su disposición, como viene siendo habitual desde su creación en 2010, a colaborar con el Gobierno para impulsar las estrategias necesarias que permitan impulsar el ahorro energético como mejor estrategia para reducir el gasto de electricidad”, señala el director general de AEDIVE, Arturo Pérez de Lucia.

Un aumento en ventas de más del 50% en 2022

Las matriculaciones de turismos 100% eléctricos en España cerraron el pasado mes de agosto con un ascenso del 12,8% respecto al mismo mes del año anterior, con un total de 1.473 unidades. Con estas cifras, y en lo que va de año, las ventas de estos modelos acumulan un incremento del 51%, alcanzando las 18.301 unidades, según datos de AEDIVE y GANVAM.

Si sumamos a los vehículos eléctricos 100% los híbridos enchufables de todo tipo (turismos, dos ruedas, comerciales e industriales), estos subieron un 14,7% en agosto, hasta las 5.768 unidades, En lo que va de año, las matriculaciones acumulan un total de 62.601 unidades, lo que supone un 30,8% más.

Por su parte, los ciclomotores eléctricos registraron un descenso del 5,9% durante el pasado mes, hasta situarse en las 304 unidades; si bien acumulan una subida del 6,3% en lo que va de año, con 3.539 unidades. En su caso, las matriculaciones de motocicletas cero emisiones, que vienen impulsando la movilidad eléctrica a través de las iniciativas de vehículo compartido, subieron un 58,7% en agosto, con un total de 754; mientras que, en lo que va de año, acumulan una subida del 73,1%, con 7.051 unidades.

Las furgonetas eléctricas, cada vez más presentes en el reparto de última milla, acumulan un crecimiento del 22,4%, hasta alcanzar las 2.155 unidades matriculadas hasta agosto. Durante ese mes, sus ventas aumentaron un 89,7%, con un total de 277 unidades matriculadas.

Por su parte, los vehículos híbridos enchufables registraron un ascenso del 3% durante agosto, hasta situarse en las 2.780 unidades, de las cuales el 99% fueron turismos. De esta forma, los datos de AEDIVE y GANVAM muestran que las matriculaciones de turismos electrificados (puros e híbridos enchufables) se situó en agosto en el 8,1% del total.

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