El PERTE Economía Circular en la empresa tiene el objetivo de fomentar la transición hacia un sistema de producción más eficiente y sostenible en el uso de materias primas, sumando a las empresas en este cambio de modelo.
El nuevo paradigma económico se basa en optimizar los recursos y minimizar los residuos. El PERTE extiende este enfoque a todos los sectores productivos, así como al consumo y a la gestión de los residuos.
Este Proyecto Estratégico comparte sinergias con otros como el PERTE Descarbonización, el de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), el Agroalimentario y el dedicado al desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC).
La economía circular
El modelo de economía lineal se basa en la dinámica de extraer, producir, consumir y desechar. En la actualidad, es uno de los grandes problemas globales que nos está conduciendo a retos de máxima envergadura, como la contaminación ambiental (terrestre y marítima), la escasez de recursos o la aceleración del calentamiento global.
El modelo circular se basa en dar múltiples vidas a los mismos productos, reciclando y reutilizando, reduciendo así el uso de las materias, así como la generación de residuos.
La economía circular tiene potencial para crear unos 700.000 puestos de trabajo en Europa, de los que al menos un 10% podría generarse en España. Además, esta estrategia reduce la dependencia de la economía española del exterior, especialmente en momentos de incertidumbre sobre la disponibilidad de materias primas.
Las empresas también pueden sumarse a este cambio de paradigma, en el que juegan un papel fundamental. Es importante tener en cuenta que el cambio ha de ser sistémico, es decir, que afecte a toda la cadena de valor, para que así se puedan lograr resultados notables. Para ayudar a las empresas en esta transición hacia el modelo de economía circular, España cuenta con el proyecto estratégico de Economía Circular en la empresa.
Inversión del PERTE Economía Circular
Las inversiones previstas para el PERTE Economía Circular incluyen ayudas por valor de 492 millones de euros. Con esa suma, se espera movilizar recursos superiores a los 1.200 millones hasta el año 2026.
La mayor parte de las subvenciones se destinarán a sectores que abordan retos de sostenibilidad, como el textil, el del plástico y el de los bienes de equipo para las energías renovables.
Una segunda línea de actuación del proyecto se destina al fomento del ecodiseño, la reutilización y gestión eficiente de los residuos, así como la digitalización de las empresas para mejorar la competitividad y la innovación.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicó una segunda convocatoria de subvenciones del PERTE de Economía Circular, destinada a proyectos que contribuyan a fomentar la sostenibilidad y circularidad de los procesos industriales y empresariales. Está dotada con 26,8 millones de euros. Esta convocatoria está abierta hasta el próximo 16 de agosto de 2024.
El PERTE tiene consideración de Ayudas de Estado y está financiado por la Unión Europea, mediante los fondos NGEU (NextGenerationEU).
La apuesta por la circularidad
La Unión Europea incluyó entre sus prioridades la economía circular, que ya es uno de los ejes fundamentales de su política económica y medioambiental.
Siguiendo las directrices de la Comisión Europea, España adoptó en junio de 2020 la Estrategia Española de Economía Circular – España Circular 2030. Esta estrategia a largo plazo define un decálogo con objetivos cuantitativos para alcanzar en 2030. Se trata de un elemento clave de la transición ecológica de nuestro país.
El PERTE tiene la finalidad de mejorar la sostenibilidad y circularidad de los procesos industriales y consolidar un tejido industrial innovador, sostenible, competitivo y capaz de revertir los efectos de una producción lineal.
Son tres los objetivos fundamentales en el avance de la Economía Circular en la industria española:
- El fomento del ecodiseño de los productos para hacerlos más duraderos y reparables desde su mismo origen, reduciendo los residuos
- La mejora de la gestión de residuos mediante plantas de tratamiento que incrementen la reutilización, el reciclado y la incorporación de materias primas recuperadas en la producción de nuevos bienes.
- El impulso de la digitalización empresarial, vinculada a los dos objetivos anteriores.