El Gobierno prevé sacar de manera inminente (tendría que haber sido a finales de septiembre, pero, presumiblemente, el proceso de la investidura esté provocando una demora) una nueva convocatoria del programa ‘5G Redes Activas’ para el despliegue del 5G rural en municipios de menos de 10.000 habitantes, que tendrá una dotación cercana a los 500 millones de euros. Hablamos de una convocatoria dirigida a operadores con derechos de uso de frecuencias 5G que debería incentivar el despliegue de esta tecnología también en municipios de menor tamaño y paliar así la brecha digital que existe actualmente.
¿Se puede paliar la brecha digital en la España rural?
A finales del pasado mes de agosto, la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González, anunció durante el 37º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, organizado por Ametic, la patronal de la industria digital en España, un nuevo empujón para el despliegue del 5G en zonas rurales que suma casi 1.000 millones en 2023.
Este plan busca favorecer la cohesión territorial por medio de la última tecnología en telecomunicaciones y hacer frente al reto demográfico, el despoblamiento progresivo de amplias zonas rurales, fomentando nuevas actividades y oportunidades económicas, pero ¿será suficiente? Los expertos alertan de que todavía existen muchas áreas de la de la España interior sin tan siquiera Internet ni mucho menos redes de fibra óptica y lo peor es que no se prevé que dispongan de estos servicios hasta dentro de varios años.
Los 500 millones de euros con los que contará esta nueva convocatoria del programa ‘5G Redes Activas’ procederán de fondos no ejecutados en otros programas. Esta cantidad se unirá a otros cerca de 500 millones que el Gobierno aprobó en febrero pasado dentro del programa ‘UNICO-5G Redes Backhaul Fibra Óptica’, también con el propósito de financiar equipamiento para el 5G en zonas rurales.
Este paquete de ayudas, que sumaría así casi mil millones este año, pretende dar un empujón al despliegue de esta tecnología en zonas rurales que son menos atractivas para las operadoras. Con esta medida, el Gobierno pretende favorecer la cohesión territorial y evitar la formación de una brecha digital en el despliegue de las redes de telefonía móvil 5G. Las operadoras podrán destinar las subvenciones a inversiones y gastos asociados al desarrollo de los proyectos para el despliegue de fibra hasta las torres de las redes públicas de telefonía móvil, infraestructuras y obra civil, equipamiento y materiales.
¿Se puede paliar la brecha digital en la España rural?
Según el informe Cobertura de Banda Ancha en España en el año 2022, publicado en abril de este año por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la cobertura de banda ancha ultrarrápida alcanza ya el 71,91% en zonas rurales mientras que, en general, las poblaciones de menos de 500 habitantes son las que se encuentran por debajo de una penetración del 50% de este tipo de conexiones. Las previsiones del Gobierno apuntan a que, de aquí al año 2024, prácticamente nueve de cada 10 hogares tendrán cobertura de más de 100Mbps.
Sin embargo, Vanessa Cota, directora de Negocio de B2C de Eurona -operador de telecomunicaciones especializado en el medio rural-, recuerda que, a lo largo y ancho del territorio nacional, hay “muchas zonas en las que todavía no llega internet ni el despliegue de fibra, y no se prevé tampoco que lleguen hasta dentro de unos años”.
Respecto a la existencia de la brecha digital en España, Cota explica en una entrevista concedida a clubrural.com que la necesidad de llevar esta conectividad a las zonas rurales es “real”, ya que estos municipios “no pueden permitirse el lujo de seguir esperando más a que llegue un internet de calidad”.
“Desplegar una cobertura vía satélite supone un desembolso importante de dinero ya que se realiza casa a casa, negocio a negocio y, por ello, hay muchas familias que no pueden permitirse en estos entornos esa inversión”, denuncia la directora de Negocio B2C de Eurona, quien pone como ejemplo el “apagón que hay entre un pueblo y otro en provincias como Barcelona; en espacios como ese, no se ha realizado un despliegue de fibra ya que al ser zonas pequeñas o menos pobladas no interesa realizarlo debido a su alto coste”.
Y es que los vecinos de municipios que carecen de un acceso de calidad al servicio de internet ven reducidas muchas de sus posibilidades a la hora de hacer trámites burocráticos, médicos y de más tipos de gestiones.
Falta de conectividad, lastre para el desarrollo empresarial
Las limitaciones de acceso a unas infraestructuras de telecomunicaciones de máxima velocidad lastran también el desarrollo del tejido empresarial e incluso la posibilidad de ‘deslocalización’ de algunas empresas que podrían tener en zonas de interior el atractivo de menores costes de establecimiento.
“Llevar una cobertura de calidad a todas estas zonas puede ayudar a fomentar el empleo y el teletrabajo en zonas rurales en las que, tras la pandemia, muchas personas han pensado en instalarse en ellas”, asegura Vanessa Cota.
También se ven afectados por esta falta de digitalización las empresas de las zonas rurales, donde según una encuesta realizada para el informe Observatorio para la Digitalización del Sector Agroalimentario, la disponibilidad de cobertura en el emplazamiento de trabajo de los encuestados del sector agroalimentario se sitúa en un 66,3%.
Asimismo, el 27,2% de los agentes del sector dicen padecer algún tipo de dificultad debido a la disponibilidad de acceso a red en alguna parte de su explotación o industria y el 6,4% no dispone de cobertura en su lugar de trabajo.
Además, la actividad que manifiesta poseer los mayores problemas con la conexión a Internet es la ganadería (10,6%), que también es el grupo que muestra la frecuencia de desconocimiento más elevada sobre el tipo de conectividad que posee (3,6%).
2030, horizonte para cerrar la brecha digital entre el campo y la ciudad
El análisis de las carencias de conexión del medio rural y lo que supondría su reparación a través de la implantación del 5G ha sido objeto del foro ‘El potencial de la conectividad 5G para las empresas. Casos prácticos’, organizado el pasado 26 de septiembre por ‘El Confidencial’, de la mano de Abertis, Cellnex, BeDisruptive y BASF.
En la apertura institucional del evento, Matías González, secretario general de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales (Seteleco) del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital reconoció que entre los principales objetivos del ministerio está “reducir la brecha de conectividad entre el entorno rural y urbano, que actualmente es de 32 puntos porcentuales. Queremos evitar que la desigualdad se consolide en el tiempo, como ha ocurrido con otras tecnologías en el pasado. Por esta razón, hemos fijado el año 2030 como límite para alcanzar el 100% de cobertura en todo el territorio nacional”, apuntó. Queda por ver si las medidas que se están adoptando son suficientes para cerrar esta brecha en menos de siete años.