- La crisis del coronavirus ha impactado en los flujos y el volumen total de comercio mundial, generando una contracción de casi un 18,5% en el segundo trimestre del año.
- La crisis del coronavirus ha impactado en los flujos y el volumen total de comercio mundial, generando una contracción de casi un 18,5% en el segundo trimestre del año.
- La gestión de aduanas ha tenido un rol fundamental para la importación de bienes prioritarios e indispensables durante la crisis: garantizar un flujo seguro de suministros debe ser esencial.
- La Comisión Europea ha anunciado un nuevo plan de acción que incluye medidas para hacer a las aduanas más inteligentes, innovadoras y eficientes en los próximos cuatro años.
El impacto de la COVID-19 en el sector logístico y exterior
A principios de año, cuando la crisis del coronavirus apenas se vislumbraba, China adoptó medidas como el cierre de sus fronteras, lo cual conllevó a la suspensión de exportaciones de insumos para industrias como la automotriz, electrónica, farmacéutica y suministros médicos.
Según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el volumen del comercio de bienes a nivel mundial se contrajo cerca de un 18,5% durante el segundo trimestre del año, comparado con el mismo período en el 2019. El caso del transporte internacional también genera problemas, debido a que desde el inicio de la pandemia el comercio marítimo por contenedores ha mostrado una tendencia descendente.
Cifras iniciales de 41 países sugieren que el comercio de suministros médicos aumentó en 38.7% durante la primera mitad de 2020. Los impuestos sobre artículos críticos y esenciales fueron eliminados o aplazados temporalmente por 40 países miembros de la OMC, entre ellos 12 del G20. Además de las medidas implementadas para facilitar el comercio, dos tercios correspondieron a reducir o eliminar los aranceles de importación.
Para poder hacer frente a la crisis del cornavirus, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha determinado que la administración de aduanas es un servicio esencial e indispensable, teniendo en cuenta que al garantizar las cadenas internacionales de suministro se beneficia la importación de bienes prioritarios relacionados con la COVID-19.
Cambio en las cadenas de suministro afectadas por COVID
Muchas empresas no tenían en cuenta su nivel de dependencia a las cadenas de suministro de China sino hasta este año. Según un estudio de McKinsey, el 93% de las empresas encuestadas reportaron planes para realizar cambios en sus cadenas de suministro y hacerlas más resilientes. También se encontró que hay 180 productos que son en un 70% exportados de un solo país y estima que la producción del 16-26% de las exportaciones de bienes podría cambiar de ubicación en los próximos cinco años.
Ante esto, el cambio será imperativo para una recuperación tras la crisis del coronavirus. Las empresas deberán centrarse en estabilizar sus cadenas de suministro, para lo cual será necesaria una revisión integral de las mismas. Otro estudio de McKinsey denota que se producirá un rediseño de las cadenas de suministro que conlleve a la reducción de sus riesgos, con un enfoque en planes de contingencia que permitan reanudar procesos con rapidez y a pleno rendimiento.
Las empresas ya han iniciado el proceso y su gestión en las cadenas de suministro se ha transformado para implementar nuevas estrategias. De acuerdo con EAE Business School, algunas tendencias indican un mayor abastecimiento de suministros de procedencia local, un incremento en el enfoque en problemas de gobernanza, sociales y ambientales, mayor inversión en tecnologías de gestión y un menor cambio en el diseño de productos para minimizar aranceles.
No obstante, una posible dificultad en el sector de aduanas es la disminución prolongada del volumen de las operaciones como resultado de que las empresas busquen un mayor número de productos que sean fabricados en el mismo país. Según un estudio de Jones Lang LaSalle (JLL), se anticipa un mayor interés por las materias primas con mayor proximidad a la hora de abastecer las fábricas, así como una diversificación de las fuentes de suministro. Al final, esto podría generar un descenso en el volumen del comercio mundial y en los flujos de contenedores en los principales puertos.
Impacto de la Covid-19 en la gestión de aduanas
La OMC reporta que existen tres fuentes principales de costes comerciales con potencial para impactar significativamente en el comercio internacional durante la pandemia. Los costes de transporte y viaje han sido los más afectados en general y el alto nivel de incertidumbre magnifica los mismos, pero la política comercial también es determinante. Mientras que algunos costes pueden revertirse una vez que la crisis disminuya, algunos podrían mantenerse debido a cambios políticos o dinámicas del mercado.
Las decisiones en política gubernamental tendrán un papel esencial en la mitigación de costes comerciales relacionados con la incertidumbre. En la medida en que los gobiernos sigan respondiendo a la crisis, aumentaría o disminuiría la incertidumbre en la política de comercio, en base a lo cual se podría esperar que incrementen o disminuyan los costes en el futuro.
Como respuesta ante la situación mundial de la pandemia, la Comisión Europea (CE) anunció a finales de septiembre un nuevo Plan de acción para la Unión Aduanera, en el cual se establecen medidas para que las aduanas de la Unión Europea sean más inteligentes, innovadoras y eficientes en los próximos cuatro años. El objetivo del plan es confirmar el papel de las aduanas para proteger los ingresos de la UE, e impulsar la seguridad, salud y prosperidad de los ciudadanos y empresas de los países miembros.
Las iniciativas se basarán en los ámbitos de gestión de riesgo, gestión de comercio electrónico, promoción del cumplimiento de las normas y la actuación de las autoridades aduaneras como una entidad única. El anuncio hizo énfasis en la importancia de las aduanas para sostener la economía de la UE y su crecimiento post COVID-19. Para ello, deben facilitar el incremento de los intercambios comerciales garantizando su legitimidad y hacerlo de la forma más rápida y fluida posible.
En este mismo orden de ideas, Antonio Llobet, presidente del Consejo General de Colegios de Agentes de Aduanas de España, considera que de cara a un tiempo post COVID-19 el control aduanero se ha hecho más exhaustivo y ha sido necesario reforzarlo para garantizar la seguridad de los intercambios aduaneros. Para ello, las aduanas deberán ser más tecnológicas y digitales, en especial debido a que la crisis ha aumentado considerablemente las transacciones del comercio electrónico. El reto para el sector sería el de conseguir y trabajar la información, cruzar datos y poder almacenarlos e interpretarlos para que el comercio internacional sea eficaz.